Gobernadores del oficialismo y de la oposición se han sentado a conversar estos días con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, con el ministro del interior, Eduardo ‘Wado’ de Pedro y con varios de los ministros y funcionarios con despacho en Economía, a metros de Casa Rosada. Cinco provincias consiguieron adelantos de coparticipación, pero un distrito, la ciudad de Buenos Aires, tendrá por el contrario una quita. La noticia ya empiezan a digerirla en los despachos de Parque Patricios.
En declaraciones públicas fue la vicepresidenta Cristina Kirchner quien planteó la excesiva porción de fondos que recibió Horacio Rodríguez Larreta como compensación por el traspaso de la Policía Federal y su transformación en Policía de la Ciudad. En ese momento, Nación resignó recursos a favor de los porteños y subió a 3,75% las partidas para el distrito. Luego se redujeron a 3,5 y ahora Nación podría llevarlas a 2,5% o menos incluso.
El interlocutor de la Casa Rosada es el propio jefe de Gobierno porteño. Rodríguez Larreta estuvo este lunes en la planta baja de la Casa de Gobierno con el ministro De Pedro, quien esbozó el proyecto de volver atrás con el decreto de Mauricio Macri que había aumentado 2,25 puntos a favor de la Ciudad.
En la Casa Rosada quieren discutir con Rodríguez Larreta y consensuar una baja de algo más de un punto, tal vez uno y medio.
Del otro lado argumentaron que el distrito aporta casi un cuarto de la masa nacional y que, si hay una quita, se debe buscar cómo compensarla. El Pacto Fiscal firmado con Mauricio Macri estableció una reducción del impuesto a los Ingresos Brutos, lo que quedó sin efecto tras el consenso firmado entre los gobernadores y el presidente Alberto Fernández. Ese es un argumento del gobierno nacional para calmar a Rodríguez Larreta y a los gobernadores que llegan con demandas de obras y recursos.
Sobre las diferencias con el cambio de signo político en la Rosada, Larreta viene teniendo otras charlas informales con otros funcionarios nacionales. Con el área de Transporte tiene mucho de qué hablar y ha hecho llegar su planteo de compensaciones. Habría, dicen en el piso 12 de Yrigoyen y Balcarce, alguna posibilidad de acuerdo. Lo mismo creen en Jefatura de Gabinete, donde se coordinan todas las erogaciones del Estado nacional.
En primer lugar, Nación analiza cómo y cuándo rescindir los contratos para el soterramiento del tren Sarmiento. También la política de subsidios al transporte y la Terminal de Omnibus de Buenos Aires. En el caso del Sarmiento se estudia lo construido (el túnel), cómo continuar la obra y cómo mantenerla. Además, el financiamiento y las cuestiones jurídicas, y se conversa cómo pagar lo hecho de un contrato realizado en dólares que se saldaba en pesos. La buena noticia es, aseguran, que no habría conflicto con las empresas que consideran poco viables en materia económica lo pendiente. Mientras se resuelve, se conversa con la Ciudad cómo se hará cargo del costo de la obra.
Sin dudas, la Capital perderá algo pero podría conseguir por parte de Nación subsidios integrales para el AMBA. Los subsidios al transporte, de acuerdo con lo que había dispuesto el ministro Guillermo Dietrich, quedaban sin efecto el 31 de diciembre. Su reemplazante, Mario Meoni, por disposición presidencial, prorrogó por 120 días los subsidios hasta tanto se comparen y estudien los aporte a Ciudad y a cada provincia. En el AMBA, el área de la Capital y el llamado Gran Buenos Aires, el Estado nacional mantendría subsidios como beneficio a los porteños y los bonaerenses.
No sería la única “compensación” a cambio de un nuevo acuerdo de coparticipación que, a diferencia de las otras 23 provincias, no necesita de una ley votada por el Congreso. La Ciudad tiene una lista de obras pendientes, como terminar el tren Belgrano Sur. En el gobierno nacional hay predisposición para acceder: el servicio sirve a los porteños y los vecinos de La Matanza. Fue justamente en La Matanza donde la vicepresidenta esbozó su queja: “En Capital hasta los helechos tienen luz y agua mientras en el conurbano chapotean en agua y barro”.