La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, replicó las declaraciones del diputado oficialista, que se manifestó a favor de la “libertad” de “no mandar al colegio a tu hijo porque lo necesitas en el taller”. Para el gobierno de Javier Milei es: “Hombres trabajando, niños estudiando”.
A pesar de que el diputado oficialista Bertie Benegas Lynch aclaró que sus opiniones son “a título personal”, sus declaraciones sobre el sistema de educación obligatoria que rige en nuestro país generaron malestar dentro del gobierno nacional.
“La libertad también es que si no querés mandar al colegio a tu hijo porque lo necesitas en el taller, puedas hacerlo”, señaló ayer el legislador libertario en declaraciones radiales, algo que provocó una rápida respuesta por parte de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que tiene a su cargo la cartera de Educación.
“Hombres trabajando, niños estudiando”, sostuvo la funcionaria en su cuenta de Instagram, junto a una foto donde se muestra a un obrero de la construcción y a un nene sentado en un pupitre leyendo un libro.
Para la Ministra, “la educación obligatoria fue propuesta en el contexto del pensamiento humanista liberal, justamente para promover la libertad de los menores tutelados por adultos”. En su explicación, Pettovello remarcó que eso “permite que los niños puedan educarse, ampliando horizontes para desarrollar un proyecto de vida propio en el contexto de culturas cada vez más completas, lo que vuelve imprescindible una alfabetización integral”.
En la mencionada entrevista, Benegas Lynch reconoció que “no cree en la obligatoriedad de la educación”. “Decimos que es importante la educación y ¿cómo se te ocurre darle a un comité de burócratas la decisión de la educación?. Si creemos que tenemos para los micrófonos, para el café, los autos y los anteojos tener competencia y la cosa lo más abierta posible, ¿cómo en la educación, que es lo más importante, vamos a tener esa cerrazón?”, planteó en FM Milenium 106.7.
Por su parte, Pettovello recordó que la “libertad de enseñanza, hija de la libertad de conciencia, promueve que los padres sean los primeros en naturales educadores”. Luego, señaló que tanto el Estado como la sociedad civil también forman parte de la tutela de la educación: “Ningún agente educativo puede obstaculizar su dominio formativo sobre los menores de edad”.