El Gobierno se reunirá hoy con la cúpula de la CGT para presentar una propuesta que incluiría un bono de fin de año acotado y una suba del límite para la exención del Impuesto a las Ganancias, mientras el sindicalismo parece tener asumido que “no” se reabrirán las paritarias y apuesta a sumar a los empresarios para que el sector privado también se “comprometa” con ese plus.
En una reunión de gabinete que se llevó a cabo en la Casa Rosada, el presidente Mauricio Macri analizó la propuesta oficial de un paquete que tendría como principal medida un bono de entre “500 y 1.000 pesos” para los salarios más bajos del Estado y no se descarta sumar en ese beneficio a los jubilados que cobran la mínima, confirmaron fuentes cercanas al mandatario.
La idea que sobrevuela en la Casa Rosada, por ahora, es “invitar” al sector privado a hacer lo mismo hacia fin de año. También se evaluó una suba del límite para la exención de Ganancias, un día antes de la reunión del Gobierno con la central sindical, a la que se le formalizará una propuesta a fin de evitar un paro nacional.
La reunión prevista para hoy entre el Gobierno y la cúpula de la CGT será en el Ministerio de Trabajo, ubicado en el Bajo porteño y será la continuidad del encuentro llevado a cabo hace 10 días por funcionarios y sindicalistas.
Según indicaron fuentes del oficialismo, en la reunión de ayer el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, brindó un informe acerca de las “divisiones” sindicales y se mostró confiado en alcanzar un acuerdo. Trascendió también que el funcionario habría apuntado a que como en la central obrera “no hay un liderazgo concreto” podría “resultarles difícil” a los jefes sindicales “convocar a un paro”.
En tanto, fuentes cegetistas señalaron que si bien la central tiene en claro que las paritarias “no” se reabrirán, la apuesta del sector sindical estará dirigida a concretar una “mesa con el Gobierno y los empresarios” para que los privados “también se comprometan con el bono”, aún cuando tienen claro que, en referencia a las PYME, “no todos los sectores pueden poner lo mismo”.
Algunos popes del gremialismo sostienen que la reunión tripartita que ellos están buscando será motivo de conversación el sábado en el Vaticano entre el papa Francisco y el Presidente.
Sobre las propuestas concretas del Gobierno, el sindicalismo dice que está dispuesto a “escuchar” pero cree que los números van a ser “bajos” tanto para “estatales” como para “jubilados y beneficiarios de planes sociales”.
Como para calentar motores, en la previa, el jefe de la UTA y secretario de Vivienda y Turismo de la CGT, Roberto Fernández, advirtió a la Casa Rosada que “ya es un poquito tarde” para frenar un eventual paro y sostuvo que una oferta del Ejecutivo que no colme las expectativas sólo sería un “parche” ante la “situación grave” por la “falta de trabajo”.
Por su parte, el jefe del sindicato de Peajes y secretario de Cultura de la CGT, Facundo Moyano, advirtió que al Gobierno sólo le “quedaría la alternativa” de promover un bono de fin de año para los trabajadores del Estado y el sector privado, si pretende evitar que la central obrera declare un paro.
Moyano, también diputado nacional del massismo, reconoció no obstante que en la entidad sindical hay “diferentes posturas y tensiones naturales” sobre la decisión de avanzar con una huelga, frente a la resistencia de algunos integrantes del Gobierno de impulsar un plus. “Quedaría la alternativa de un bono, hay que ver cuál es el monto”, respondió Moyano consultado respecto de qué medida del Gobierno puede evitar que el triunvirato de la central obrera convoque a una huelga.
Dos semanas atrás, la CGT se reunió con el Gobierno y reclamó un bono universal para estatales, la exención del aguinaldo de Ganancias sin topes, una compensación económica para los salarios convencionales desfasados por la inflación y bonos para jubilados y las asignaciones sociales.