En 2017 la variación anual del IPC disminuyó respecto de 2016, pero no estuvo tan lejos de los niveles que dejó el kirchnerismo, y se mantuvo en el podio entre las más altas en la región. “Es un número alto”, admitió el responsable de medir los aumentos, Jorge Todesca. El titular del Indec destacó que “lo más importante es que el Gobierno coincide y piensa que es un número alto” y “tiene una política a mediano plazo para combatir ese número”.
“Siempre he pensado que de estos niveles de inflación, crónicos, se desciende a lo largo de mucho tiempo y con mucho esfuerzo”, sostuvo Todesca en diálogo con Radio Mitre. El experto recordó que en el principio del gobierno de Cambiemos “hubo que resolver el tipo de cambio y en el segundo año el tema de las tarifas, que viene asociado al déficit fiscal; son factores que impulsan la inflación hacia arriba”.
“Estamos en un proceso de política económica que procura tener la inflación más baja posible pero con un conjunto de medidas para estabilizar la economía y el sector fiscal que tiene un costo en materia de inflación. Sería fácil bajar más la inflación con una receta de ajuste y no crecimiento, pero no es el enfoque del gobierno”, enfatizó.
Todesca admitió que el incremento de más de 50% en el rubro “viviendas y servicios”, que incluye los aumentos en luz y gas, entre otros, provoca una realimentación a través de los costos que presiona sobre el resto de los rubros que crecieron entre 20 y 35% el año pasado.
“Nuestra inflación combina casi todas las causas que nos enseñaron en la facultad: presión de costos, presión de expectativas inflacionarias atadas al valor del dólar, problemas de la llamada ‘inflación estructural’, poca competencia de mercado y también problemas de demanda”, explicó el director del Indec.
Según los datos oficiales difundidos este jueves, el cierre de 2017 dejó la suba mensual de precios más alta desde junio del año anterior. El IPC Nacional tuvo en diciembre un salto de casi dos puntos porcentuales en comparación con el mes previo (1,4%), y también con el registro de un año atrás (1,2%), a 3,1% con una suba anual del 24,8 por ciento.
Según coinciden los analistas, la inflación en Argentina es un fenómeno fiscal y el año pasado el país quedó segundo en el ranking de América Latina detrás de Venezuela, con un récord del 2600 por ciento, y muy lejos del ejemplo de Brasil, que tuvo una tasa de inflación anual del 2,95 por ciento.