Tras el pacto con el sector de indumentaria, el equipo económico selló también uno con el primer eslabón de la cadena, que se resistía al congelamiento. Massa amenazó con abrir las importaciones.
A un mes del acuerdo firmado entre unas 60 marcas de indumentaria y el Gobierno para reducir la escalada inflacionaria, el equipo económico acordó otro similar con la industria textil, que en ese momento se había resistido al congelamiento hasta diciembre y que continuó negociando sus condiciones con la Secretaría de Comercio para poder sumarse al compromiso.
Tras varias semanas de intensas negociaciones, con propuestas y contrapropuestas sin consenso, finalmente el sector, que negoció a través de la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), logró que el congelamiento sea sólo por dos meses pero durante los siguientes 90 días deberá ajustar sus precios según la evolución del tipo de cambio, que, salvo en octubre, creció por debajo de la inflación. El equipo de Sergio Massa pretendía, que los textiles repitieran el acuerdo sellado con la indumentaria, que estableció un congelamiento de precios del 5 de septiembre al 5 de diciembre y luego evolución según tipo de cambio por seis meses. Pero la resistencia fue alta.
Una de las propuestas que le llevó la industria al Gobierno fue ajustar los precios algunos puntos menos que la inflación en los próximos meses, pero fue descartada, a pesar de que ése había sido el pedido original del ministro. Finalmente, y tras fuertes presiones, se llegó al consenso final de congelar 2 meses y luego no subir más que el dólar oficial por otros tres, confirmaron fuentes oficiales. Cabe recordar la advertencia del ministro Massa en torno a la apertura de las importaciones. “Si joden lo hago ya”, se enfureció el funcionario.
De todos modos, la FITA había llevado ya una propuesta en un encuentro que mantuvo su presidente, Luis Tendlarz, con las autoridades de Comercio, que fue pulida tiempo después.
El malestar del Gobierno con el sector data ya de varios meses, desde que la industria de indumentaria y calzado empezó a liderar los aumentos de precios dentro del Indice de Precios al Consumidor (IPC). La situación no sólo no se calmó, sino que la inflación de esta industria se aceleró, por el contexto macroeconómico, las trabas a las importaciones, la escasez de oferta y una demanda que hasta el último mes estuvo sostenida. En septiembre, el rubro exhibió una suba del 10,6%, muy por encima del 6,2 del nivel general de inflación. Y lo mismo venía sucediendo durante los meses previos.
Impacto sobre los precios
Pero ni el acuerdo sellado con la indumentaria impactará en el IPC del Indec, ni tampoco lo hará este nuevo. En el primer caso, los precios de la temporada de primavera-verano ya estaban fijados -100% más caros que un año atrás- y el acuerdo -sólo con unas 60 marcas que están en los shoppings- fue no subirlos hasta el 5 de diciembre, antes de las Fiestas. Pero el organismo estadístico no sólo releva precios en los centros comerciales, sino también en otros mercados, como la calle Avellaneda, Once o La Salada, además de que también considera, en el promedio, los valores de la ropa importada. Y eso no fue parte del acuerdo, que por otra parte sería inviable de firmar y de controlar, debido a su gran atomización.
En el caso del acuerdo que se firmará con los textiles, tampoco se sentirá en el IPC debido a que hoy estas firmas están vendiendo materia prima a las marcas de indumentaria para la ropa de invierno. Y la incidencia en el precio final es baja. Además, ¿cómo se controlará su cumplimiento? En la industria aseguran que si una empresa firmante no cumple, rápidamente el Gobierno puede enterarse. “No va a incidir en nada nuestro acuerdo. Puede ser que a partir de ahora los precios no suban tanto porque cayó fuerte la demanda, pero no por otra cosa”, dijo un empresario del sector.
Desde la industria afirman que su actitud nunca fue la de no colaborar, menos aún con un Gobierno con el cual pudieron invertir y recuperar mercado. De hecho, este miércoles se inauguró una planta de confección en Catamarca de RA Intertrading, que fabrica las camisetas para Nike y Adidas. Pero muchas firmas están en un escenario muy complicado en materia de licencias de importación e imposibilidad de conseguir financiamiento de las compras al exterior a 180 días. “¿Me pedís congelamiento de precios, pero no me firmás nada?”, cuestionó un directivo, respecto de los permisos para importar.
En los últimos doce meses, el precio la indumentaria aumentó un 118% a nivel nacional, frente a un crecimiento de la inflación general del 83%. En la medición por regiones, en el Gran Buenos Aires el incremento llegó al 120,5%. En todas las cifras suministradas por el Indec, el rubro ropa y calzado fue el que más aumentó, por encima de cualquier otro.