Las negociaciones entre sindicalistas y empresarios a cambio de estabilidad laboral tendrán hoy su capítulo central con el gremio de Comercio, el de mayor número de trabajadores alcanzados: 1,2 millón. Será una discusión, al igual que el resto basada en la posibilidad de reducir los sueldos 30% durante la vigencia de la cuarentena, clave para otras gestiones aún en marcha como la de los metalúrgicos de UOM y los mecánicos de Smata, entre otros.

Hasta ahora el único sindicato que firmó un mecanismo así que el de Pasteleros con las grandes cadenas de comidas rápidas para los salarios de abril.

En el caso del rubro mercantil, el sindicato que encabeza Armando Cavalieri tendrá un encuentro virtual con los representantes de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) y la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) para definir un esquema de licenciamientos para trabajadores dispensados de acudir a sus puestos de empleo con el pago de 70 por ciento del salario.

En principio el entendimiento, de firmarse, regiría para la segunda quincena de abril.

Antes del desbarajuste ocasionado por la pandemia del coronavirus el sindicato de Comercio se mostró como uno de los mejores aliados del Ejecutivo con predisposición para firmar acuerdos en suma fija y diferir las paritarias para el segundo semestre.

Parte de esa buena sintonía tiene que ver con el pase del abogado laboralista Alberto Tomassone del departamento jurídico del gremio al equipo de asesores del ministro de Trabajo, Claudio Moroni.

Por tratarse del mayor gremio argentino el resultado de su negociación será determinante para otros que asumen como indefectible recorrer el mismo camino por la persistencia del parate en la actividad económica.

En este punto, para un gremialista que se ve obligado a resignar conquistas siempre será mejor hacerlo porque el Estado lo obliga y no porque lo impone el empleador.

 

 

fuente: Ámbito

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