El triunvirato de la CGT, formado por Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, brindó esta tarde una conferencia de prensa, desde la sede de la central obrera, para analizar la repercusión del paro general que se realizó este jueves en todo el país.
Durante la alocución de uno los dirigentes, Marcelo Novillo, padre de un joven que fue asesinado a la salida de un boliche en Quilmes, ingresó al salón de actos a los gritos. “¿Cuándo la Confederación General del Trabajo va a luchar para que no maten más a nuestros hijos?”, les preguntó a los tres líderes sindicales, frente a la sorpresa de los presentes.
“Se los rogué, se los imploré y no me importan las consecuencias. Se los vuelvo a implorar, señores. Yo era un trabajador. Hoy no me puedo mantener en pie porque mataron a mi hijo”, expresó Novillo, mientras intentaba contener el llanto.
Adrián Novillo, hijo de Marcelo, murió en el 2014 luego de sufrir la golpiza de una patota que lo interceptó para robarle a la salida de un boliche en Quilmes. Falleció a los 16 años y luego de agonizar durante dos semanas debido a la cantidad de golpes que recibió en el cuerpo.
“¿Cuándo van a luchar para que dejen de matar a nuestros hijos? ¿Cuándo, señores?”, le volvió a reclamar Novillo al triunvirato de la CGT. “Yo los acompaño en esta lucha. Era un trabajador pero hoy me la paso llorando. Cuando matan a un hijo, matan a un trabajador”, les gritó.
Novillo continuó con su descargo mientras algunos afiliados intentaban calmarlo. “A mi hijo lo asesinaron por un Estado irresponsable y nunca los escuché a ustedes reclamar. Nunca le reclamaron al Estado, señores“, expresó.
El primero de los líderes sindicales en ensayar una respuesta fue Juan Carlos Schmid. “Hoy estamos desarrollando una jornada de lucha que tiene como trasfondo una lucha contra la pobreza, la violencia y la inseguridad”, le respondió.
Schmid le aseguró que “este es un elemento que tenemos que poner al borde la agenda pública. Nosotros lo registramos y todas las cámaras de los noticieros del país también”.
Luego llegó el turno de Héctor Daer, que le pidió que les dejará concluir la conferencia de prensa para después hablar con él más tranquilo. Finalmente, el acto siguió su curso y Novillo esperó a un costado para hablar con los líderes de la CGT.