En el marco del XXX Congreso Internacional de Técnicos de Caña de Azúcar que reunió a más de 1.500 expertos de 70 países del mundo en Tucumán, El INTA Famaillá mostró in situ a los visitantes, su nueva variedad que supera pisos productivos, que se adapta fácilmente a diversos sitios de producción y que es más a plagas y enfermedades. Orgullo tucumano!!
Los participantes del congreso fueron invitados a la sede central ubicada en la Ruta Prov. 301, Km. 32 de Famaillá donde fueron recibidos por el Director de la Experimental, Ing. Roberto Sopena. Los visitantes recorrieron las instalaciones de la Unidad para ver “in situ” los nuevos materiales genéticos desarrollados por el INTA. “Se trata de variedades que superan pisos productivos cuantitativos y cualitativos, brindan mejor adaptación a diversos sitios de producción y permiten sobreponerse a barreras relacionadas con la aparición de plagas y enfermedades de fuerte incidencia”, indicó el Ing. Agr. Arturo Felipe.
Además, pudieron ver la Cañera INTA, una cosechadora experimental diseñada para pequeños productores, que se adapta a pequeñas superficies y con un costo de compra y operativo muy inferior a una cosechadora integral. Es fácil de operar y tiene un bajo costo de uso y mantenimiento. Sobre su equipamiento, funcionamiento y beneficios, los Ings. Carlos Aragón y Alejandro Valeiro explicaron que “la maquina requiere de un tractor de 70-80 caballos de fuerza.
Sólo pesa 1200 kg, importante para evitar compactación del suelo. Tiene una barra articulada transversal que garantiza el paralelismo y nivela ambas unidades: el despunte y el corte de base. Los discos de corte tienen 2 placas pentagonales con 5 cuchillas triangulares cada una. Pueden cosecharse surcos separados hasta 1,20 m. entre sí, lo que permite aumentar la densidad y el rendimiento del cultivo. Los tallos retienen un trash de 13% aprox. La transmisión es mecánica convencional, evitando motores hidrostáticos que complican el mantenimiento. Los tallos enteros, sin hojas, se van acomodando en un carro portador de volteo automático con una capacidad de 2.000 kg. Ese carro, una vez lleno, permite depositar la caña en la cabecera del lote, desde donde se lo carga en un camión para transporte al ingenio. De esta manera, la eficiencia del transporte es mayor y se reduce la compactación”.
Otra de las innovaciones expuestas fue la plantadora autopropulsada, que comenzó su historia en 1998 (hasta ese momento, la plantación de caña se realizaba manualmente en la provincia), cuando el Ing. Agr. Cesar Terán (técnico de INTA Cambio Rural) desarrolló SORDA I, la primera plantadora de caña del país. A partir de ese prototipo nacieron otros modelos que difundieron la plantación mecanizada. Como parte de los avances, en el 2014, el equipo técnico del INTA encabezado por Terán desarrolló una plantadora autopropulsada bisurco: SORDA II. “En la actualidad, la plantación mecanizada en Tucumán representa el 40% de la superficie renovada anualmente, mostrando una tendencia creciente del reemplazo de plantación manual por mecánica. Lejos de ser un prototipo, SORDA II es una máquina intensamente utilizada en campos comerciales, debido a sus altas cualidades. Entre ellas, tiene la capacidad de plantar 2 surcos a la vez distanciados a 1.5–1.8 m. La velocidad de trabajo es de 5-8 km/h. Consume entre 22 y 30 lts/ha de combustible, dependiendo de las condiciones del suelo. La capacidad operativa de plantación asciende a 1,5 ha/hora”, señaló Terán.
fuente. intafamailla