Las decisiones fueron tomadas en consenso con organismos expertos como CoNaIn y la OPS. La vacunación se aplicará a partir de una estrategia focalizada, priorizando la franja entre los 15 a 19 años y la garantizará el Estado. Cada jurisdicción deberá asumir el control territorial del mosquito vector y recibirá transferencias por cumplimiento de metas.
Una estrategia de gestión integrada para la prevención y el control del dengue debe ser lo más parecido a un circulo virtuoso y perfecto. En donde cada eslabón importa.
La velocidad de la enfermedad ha cambiado. El mosquito Aedes aegypti, vector de la infección viral de dengue, es el propalador de enfermedades más prolífico del mundo. Por múltiples factores, entre ellos el calentamiento global, la urbanización desordenada, y los fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes, el dengue expandió sus fronteras y ya no circula solo en las denominadas zonas endémicas -que en el caso de la Argentina estaban circunscriptas a las regiones del NEA Y NOA- sino que avanzó hacia distintas regiones. El mosquito Aedes de alguna manera abandonó sus hábitos silvestres de antaño y se instaló en los centros urbanos.
Esta descripción consolida la noción de que se debe encarar un abordaje integral y sistémico frente al dengue.
El Ministerio de Salud de la Nación fiel a su ADN de época apuesta a fortalecer la capacidad de rectoría de la Nación sobre el sistema público de salud, para luego implementarlo en los diferentes niveles del sistema; como le gusta reforzar sobre su flamante gestión al ministro y médico cardiólogo Mario Russo.
Esta mañana, llegaron las decisiones para todo el territorio nacional y la cartera de Salud dio a conocer en una conferencia de prensa muy reducida qué estrategias encarará de ahora en más contra el dengue y cómo la cartera nacional propone adelantarse al eventual próximo brote 2024-2025.
Russo estructuró el plan contra el dengue apoyado en tres pilares fundamentales: de un lado, los expertos de la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) y sus recomendaciones científicas para el uso de la vacuna disponible y la vigilancia epidemiológica, entre otros; del otro lado, el trabajo a medida y específico en cada territorio que deberá ser planificado por las jurisdicciones del país, que recibirán de Nación transferencias -partidas de dinero, por ejemplo a través del programa SUMAR- a partir del cumplimiento de metas.
El ministro Russo también sentó a la mesa -y en un lugar de privilegio- a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en su doble rol de organismo probo y observatorio en materia de salud pública local-regional-global y también para garantizar el acceso a las vacunas a través del fondo rotatorio.
Las decisiones del Ministerio de Salud sobre la vacunación
En diálogo con Infobae, el ministro Russo explicó: “Arrancaremos progresiva y escalonadamente -aproximadamente a partir de agosto 2024– en las zonas endémicas del NEA y NOA, con la vacunación contra el dengue para jóvenes de 15 a 19 años, que proveerá el Estado. Será una tarea conjunta con cada una de las jurisdicciones y los consensos que logramos con los expertos.
La vacuna no integrará por ahora el Calendario Nacional de Vacunación. Para Russo es muy importante la claridad de este in crescendo alrededor de la vacunación contra el dengue, para no caer en malos entendidos de “vacunas para todos”, y sobre todo, para “no crear falsas expectativas en la población”.
A partir de la ultima reunión que derivó en un acta de la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn) ocurrida el 11 de abril de 2024, la cartera nacional de Salud resolvió para todo el país:
- Frente a la vacuna contra del dengue disponible – la TAK-003, también conocida como Qdenga® -producida por el laboratorio japonés Takeda- se aplicará una estrategia focalizada. Al momento actual según la situación epidemiológica, no es una vacuna para incorporar al Calendario Nacional para todas las jurisdicciones del país.
- La población objetivo para aplicar las inmunizaciones serán las personas de 15 a 39 años en departamentos priorizados según situación epidemiológica. Es decir zonas endémicas, se comenzará en el Noreste (NEA) y Noroeste (NOA).
- Se dará inicio por etapas con la población de 15 a 19 años y se avanzará de manera dinámica, progresiva y escalonada según disponibilidad de vacunas y estrategias ya implementadas por las jurisdicciones.
Consultada por Infobae, la doctora Ángela Gentile, jefa del departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y presidente de la Comisión Nacional de Inmunización (CoNaIn), explicó: “Es fundamental el comienzo de estas estrategias antes del período de mayor circulación viral para completar el esquema previsto y la priorización de la población seropositiva. Esta estrategia se debe acompañar de una vigilancia intensificada de la seguridad de la vacuna, y desde CoNaIn acordamos avanzar con los estudios económicos y de efectividad”.
“El calendario ideal es empezar en agosto y llegar a noviembre 2024 con toda la población priorizada vacunada. Hay que entender que al dengue no se lo mitiga solo con la vacuna sino con una estrategia integral. El compromiso de las jurisdicciones en el tema dengue es fundamental”, agregó a Infobae Leonardo Busso, secretario de Calidad en Salud de Nación.
La estrategia de la vacunación focalizada será con Qdenga®, hasta ahora la única vacuna tetravalente contra el dengue disponible, desarrollada por el laboratorio japonés Takeda y aprobada por la reguladora local ANMAT.
Los especialistas propusieron priorizar departamentos – zonas según la incidencia del dengue– y apuntar a grupos etarios específicos tras un análisis técnico de cada región.
Además, Gentile resaltó “la importancia de seguir las recomendaciones de la OMS y OPS para maximizar el impacto en salud pública, atendiendo especialmente a niños y adolescentes en áreas de intensa circulación de la enfermedad”.
Las cifras del brote histórico de dengue
El brote histórico de dengue que atraviesa Argentina marca récord de muertes e infecciones. Según el Boletín Epidemiológico Nacional, actualizado el último domingo por el Ministerio de Salud, en la temporada actual -que va de fines de julio de 2023 hasta la semana 17 de 2024- se reportaron 438.010 casos de dengue de los cuales 420.867 (96%) fueron reportados en lo que va de este año.
La incidencia acumulada hasta el momento para la temporada es de 931 casos cada cien mil habitantes. En el mismo período, 957 casos fueron clasificados como dengue grave (0,2%) y se registraron 301 muertes (letalidad hasta el momento 0,06%).
Las temperaturas más frescas trajeron alivio en varias partes del país: el pico de infecciones a nivel nacional ocurrió a mediados de marzo y en las semanas posteriores los casos disminuyeron en casi todas las jurisdicciones.
Pero el dengue llegó para quedarse en Argentina, y las cifras lo demuestran: los casos acumulados hasta la semana 16 de 2024 representan 3.33 veces más que lo registrado en el mismo período de la temporada anterior -2022/2023- y 8.9 veces más que en 2019/2020.
Para el doctor Andrés Scarsi, secretario de Acceso y Equidad en Salud de la cartera sanitaria nacional, “mejorar la calidad del diagnóstico clínico, el diagnóstico diferencial y el manejo integral de casos con sospecha de dengue, chikungunya, Zika u otra enfermedad producida por un arbovirus en Argentina es central para reducir la letalidad y el impacto de las secuelas de estas enfermedades.”
Al respecto, el doctor Busso destacó un punto importante que es la capacitación de los centros primarios para la detección temprana y la optimización de la atención: “Ese primer acercamiento del paciente a la guardia debe ser preciso y debe ayudar a detectar tempranamente a quien tiene el dengue. Si a la detección temprana le sumamos el efecto poblacional de la vacuna y medidas de prevención eficaces en los territorios, nadie se debe morir de dengue”.
Financiación, voces expertas y producción
La financiación a los territorios del país llegará desde las partidas que Salud Nación ejecute a través del Programa SUMAR para garantizar el derecho a la salud y en este caso puntual de la prevención contra el dengue, la gratuidad de las vacunas en los grupos priorizados.
Entendiendo que la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn) es un organismo que brinda respuestas expertas a preguntas que formula el propio Ministerio nacional, la médica infectóloga Gentile puntualizó a Infobae algunas ideas relevantes que surgieron en la Comisión: “Es importante analizar lo que llamamos la tasa de incidencia del virus, y en este sentido pudimos determinar que la incidencia acumulada demostró ser alta en la región Centro del país”.
Sobre la endemia en la región Norte de nuestro país a diferencia de la región centro, se pudo establecer que hubo un cambio en la estacionalidad de manera cualitativa, hubo una modificación en cuanto a temporalidad, un adelantamiento, pero sin interrupciones. La pregunta que resulta y sobre la que aún no existen certezas es si se extenderán las regiones endémicas. “La vigilancia epidemiológica muestra que las personas adultas tienen menos consulta, pero la franja de 20 a 40 años es la que presenta la incidencia más alta”, remarcó la médica infectóloga.
Todo hace pensar que la cartera de Salud nacional comprará las vacunas del laboratorio Takeda a través del Fondo Rotatorio para el acceso a las vacunas (FR) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), así podrá garantizar cantidad y buen precio.
Según pudo saber Infobae, Salud Nación ya habría reservado una cantidad de vacunas Qdenga® para iniciar esta estrategia de vacunación focalizada que hoy anunció Salud. La decisión del Ministerio valoriza el instrumento vacunal disponible -son dos dosis con tres meses de intervalo-. Y a la vez deja en claro el desafío del laboratorio japonés para garantizar la producción del insumo en tiempo y forma.
La endemicidad del dengue
En febrero de este año, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica para América Latina ante la suba exponencial de contagios en la región: en 2023 los casos notificados de dengue aumentaron 225% en Latinoamérica, en comparación con el promedio de los últimos cinco años.
El dengue se transmite a través del mosquito vector Aedes aegypti, que tiene prácticas domiciliarias urbanas: las hembras del Aedes ponen los huevos en lugares con agua estancada, limpia o semi limpia en las casas o en zonas periféricas cercanas. Prefiere en general aquellos reservorios de agua de boca ancha y esto puede ser en los lugares más insólitos, desde floreros, tazas, los bebederos para perros, para gatos, las cubiertas de autos, hasta la tapita de una botella.
La extensión de las ciudades y poblados con mayor número de habitantes hace que también crezca la población de mosquitos y, en la urbanización desordenada, donde puede emerger la falta de infraestructura, como servicios de agua potable, aparecen depósitos de agua, por ejemplo, que facilitan la presencia de los huevos y de las larvas que finalmente se convierten en mosquitos.
Es sabido que en el norte argentino siempre ha habido lugares endémicos, pero hoy también los son algunas zonas en ciudades de América Latina, como Buenos Aires y distintas ciudades de Brasil.
Ya existen lugares en Argentina donde el dengue es endémico, o sea que va a haber casos y habrá infecciones todos los años. Ahora, además vemos en las ciudades brotes epidémicos. Por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires, probablemente en Rosario, y el período interbrote es mucho menor que antes. Pasan dos meses o un mes y medio y ya vuelven a aparecer casos.
La vacuna tetravalente Qdenga (TAK-003) fue aprobada en Argentina por la ANMAT en abril de 2023 y está disponible en el país desde noviembre pasado. Avalada por un extenso programa de 19 estudios clínicos, que incluyó el estudio TIDES, del que participaron más de 20 mil voluntarios durante 5 años, mostró un descenso del 84% en las hospitalizaciones y una disminución del 61% en los casos sintomáticos tras la aplicación de dos dosis.
Está destinada a mayores de 4 años y brinda protección contra los cuatro serotipos del virus, incluso en aquellas personas que cursaron la infección previamente. Está contraindicada para embarazadas, mujeres en período de lactancia y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
La vacuna basa su formulación en un virus vivo atenuado, desarrollado a partir del serotipo 2 del dengue (DEN-2). Este componente actúa como pilar genético para generar inmunidad contra los otros tres serotipos del virus.
La región contra el dengue
En septiembre del 2023, el Grupo Estratégico Asesor de Expertos (SAGE, por sus siglas en inglés) en Inmunización de la OMS recomendó a los Estados Miembros que consideraran el uso de la vacuna TAK-003 para los niños de 6 a 16 años que viven en entornos con alta carga de enfermedad por dengue y alta intensidad de transmisión.
Dos meses después, la OPS y el comité SAGE recomendaron que los países del continente americano consideren la posibilidad de introducir la vacuna TAK-003 en sus programas de inmunización sistemática en los lugares donde el dengue presenta “alta intensidad de transmisión”.
La OPS advirtió que cualquier introducción de la vacuna TAK-003 en cada país debe considerarse una prueba piloto e ir acompañada de un estudio sólido de fase 4 posterior a la comercialización. Cuando la OPS habla de ‘prueba piloto’ no se refiere a una situación experimental, sino que lo que está solicitando es que se establezcan medidas de evaluación para poder saber a posteriori con precisión los resultados alcanzados.
En Brasil actualmente y durante el brote histórico que se está llevando a cabo una estrategia de vacunación en jóvenes de 10 a 14 años está alineada a esta recomendación del SAGE.
Por eso, la estrategia de vacunación para la infección viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti debe basarse en datos epidemiológicos: por ejemplo, en el caso argentino, la zona de la Patagonia y la región de Cuyo tiene un número de casos muy bajo para justificar una vacunación masiva.
El dengue es una enfermedad de regiones, de provincias o inclusive dentro de las provincias, de algunos departamentos. Entonces, es necesario seleccionar muy bien las regiones y para eso se deben contar con una base sólida epidemiológica que permita analizar los datos territoriales.
fuente: infobae