El testimonio de un adolescente de 16 años hecho ante la Policía sería clave para determinar que el menor no estaba caminando sino a bordo de un vehículo.

El testimonio de un chico de 16 años que vio la escena. Las declaraciones de amigos de los padres de la víctima. Y un casco partido. Estos serían los primeros indicios que, a 24 horas del hecho, indicarían a los investigadores que Franco Catanzaro, de apenas 7 años, manejaba un cuatriciclo entre los médanos del Partido de la Costa cuando otro conductor, en otro cuatri, impactó contra él en un médano y provocó su muerte casi instantáneamente.

Catanzaro murió mientras un vehículo particular lo llevaba al hospital de Pinamar. En el camino lo interceptó una ambulancia, pero ya era tarde. Según contaron fuentes del área de Salud de Pinamar, el chiquito tenía múltiples traumatismos en la cabeza, el tórax, sus piernas y sus brazos y perdió mucha sangre.

Lo que están buscando confirmar los investigadores, con el fiscal Martín Prieto a la cabeza, es cómo sucedió el hecho, en el que Agustín Ciari, de 23 años, oriundo de Quilmes, mató a Catanzaro, cuando manejaba un cuatriciclo Yamaha 450. Su primo, de 16 años, declaró ante la Policía que él vio la escena y confirmó que el nene también manejaba un vehículo Yamaha pero de menor cilindrada (90 centímetros cúbicos).

Según contaron a este medio fuentes judiciales que tuvieron acceso a la declaración que hizo ante la Policía, el adolescente contó que él estaba andando en cuatris a unos dos kilómetros del barrio privado Costa Esmeralda, donde estaban alojados tanto Ciari como Catanzaro, en una zona de médanos vivos. Y que vio cómo chocaron los cuatris cuando Catanzaro bajaba un médano y Ciari, su primo, lo subía.

Sin embargo, los investigadores consideran que la declaración del joven fue “vaga”. “Tampoco habló de colisión, vio que el primo pasó, que el otro volcó y contó que vio al nene tirado en la arena. La declaración es bastante vaga”, admitió un investigador.

Por eso el fiscal Prieto lo citó a prestar una declaración testimonial en sede judicial y se cree que lo hará a más tardar el miércoles. De todos modos, resulta un indicio importante. “Creemos que fue así, pero no lo tenemos ciento por ciento confirmado, es muy prematuro basarse en una sola declaración, aunque la consideramos totalmente creíble”, admitió una fuente a Infobae.

Según surge de las primeras fojas del caso, el choque se dio en una zona ubicada ente Villarrobles y Northbeach, dos emprendimientos privados. “Son lugares a donde la Policía no puede entrar pero que de todos modos no están alambrados, por lo que van a andar en cuatri ahí”, explicó la fuente.

El fiscal Prieto citó para este lunes a los padres de Catanzaro y también a los amigos del papá, quienes supuestamente habían quedado a cargo del chico cuando el hombre salió a caminar con su novia.

Duarante todo el domingo circularon tres versiones con igual fuerza sobre cómo había sido el hecho: 1) Que el nene jugaba en la playa y lo atropellaron: esa fue la versión que dieron los amigos del padre de Catanzaro apenas entraron al hospital de Pinamar; 2) Que el padre del chiquito se fue a caminar con la novia y dejo al nene con los amigos, que salieron a andar en cuatriciclo y ocurrió el incidente; y 3) Que el nene tomó el cuatri sin permiso, se escapó y chocó con Ciari.

“Están trabajando los peritos accidentológicos, si nos dicen que el hecho es atribuible a la imprudencia, el imputado deberá justificar o llegará a juicio. Necesitamos tener claro una reconstrucción probable del hecho. Para eso faltan establecer velocidades, cómo fue el impacto, y quién chocó a quién”, explicó una fuente judicial a este medio.

Además, los peritos le van a tomar pericias químicas a la sangre de Ciari para determinar si había consumido alcohol o drogas ilícitas. Pero las fuentes consultadas remarcaron que el imputado se prestó a todos los exámenes. Eso le valió también que el fiscal Gustavo Mascioli, quien agarró la causa el domingo pero la soltó el lunes porque comenzaba su licencia, determinara que no iba a quedar detenido. Por ahora está acusado de homicidio culposo, es decir, que mató sin intención. Resta determinar si se trató de una imprudencia grave.

Las muertes en zonas de médanos vivos tanto en Pinamar como el Partido de la Costa son cada vez más frecuentes. En diciembre pasado, Hernán Robert, un marplatense de 30 años, murió en esos mismos médanos cuando intentaba dar un salto con su cuatriciclo. En enero de 2014 perdió la vida un nene de 10 años en circunstancias similares. En 2012 le tocó a un rosarino de 23 años. Y a fines de enero de 2011, un chiquito de seis atropelló a otro de cuatro. El problema se repite cada año; gira sobre sí mismo como un perro que se muerde la cola.

fuente: infobae

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