Con solo algunas horas de diferencia con la Cámara de Diputados, poco después de las cuatro de la tarde, el Senado comenzó la sesión en la que el oficialismo buscará darle sanción definitiva al mega proyecto de emergencia económica que tuvo una maratónica discusión de casi 20 horas en Diputados. El proyecto autoriza al presidente Alberto Fernández a renegociar la deuda pública, aumentar retenciones al campo, congelar jubilaciones por seis meses, diagramar el nuevo cuadro tarifario y aplicar un impuesto a la compra de divisas para tenencia y para el turismo, entre otras iniciativas.
En la primera sesión encabezada por Cristina Kirchner, el Frente de Todos quedó habilitado a discutir el proyecto gracias al apoyo tácito de la oposición, que tiene la llave para que el oficialismo pueda aprobar la iniciativa. Es que como no fue tratada en comisiones del Senado, para que sea debatido y luego aprobado debe contar con el apoyo de dos tercios de los legisladores presentes. Esto no es problemático para el Frente de Todos, que a las 19.15 alcanzó el quórum cuando había 39 legisladores en sus bancas y por unanimidad habilitó la discusión.
El inconveniente para el oficialismo hubiera llegado si Cambiemos decidía bajar al recinto porque eso hubiera imposibilitado que Frente de Todos alcanzara los dos tercios de los presentes para habilitar el debate.
Luego de que el oficialismo consiguiera el número para empezar a discutir, la oposición entró al recinto para expresar su rechazo a la iniciativa. Se prevé que el debate dure varias horas ya que hay 32 senadores anotados para hablar.
El senador por Córdoba Carlos Caserio fue el primero en hacer uso de la palabra tras el cuarto intermedio. Al referirse puntualmente a las retenciones, aclaró que él proviene del cinturón medio del país y señaló que lo que se está planteando “no es ningún exceso” porque solo se está llevando la alícuota “a los mismo valores que puso el presidente Macri antes de la devaluación”. También pidió que la oposición apruebe la ley porque el país “la necesita” para ponerse “de pié”.
Luego, la senadora por Santa Fe María de los Ángeles Sacnun se preguntó cómo se llegó hasta esta situación de “emergencia”. “Acá no ha ocurrido ninguna tormenta que dejó tierra arrasada”, se respondió y acusó al gobierno de Mauricio Macri de implementar un modelo de redistribución regresiva del ingreso.
“Es un día triste para mí y para la república”, dijo Esteban Bullrich, de Juntos por el Cambio, al inicio de su alocución. Y agregó: “Después de la asunción, escuchando las palabras de Alberto Fernández me había entusiasmado por su llamado al diálogo. Pero esa esperanza se diluye con este proyecto de ley”. “Esta ley ignora las instituciones, hace de este Senado una herramienta inútil para la construcción de consensos”, lamentó Bullrich.
Según el ex ministro de Educación, hubiera sido “más sano” que los consensos se busquen en el Congreso. Y en esa línea, pidió trabajar en conjunto para que “nadie se crea por encima de las instituciones”. También le recordó a los legisladores que “creen que votando este proyecto apoyan al nuevo gobierno” que “este no es el Congreso de Alberto Fernández”.
El senador por Entre Ríos y ex referente de la Mesa de Enlace, Alfredo de Angeli, adelantó que iba a votar en contra del proyecto porque se delegan facultades en el Ejecutivo a pesar de que la oposición nunca se negó a debatir. “Cuando gobernaba Macri hubo ministros que estuvieron más de 10 horas evacuando preguntas. Nosotros hoy no las pudimos tener”, explicó. Luego pidió terminar con las retenciones porque “son injustas” y porque van en contra de las provincias y de los productores. “Son un gran impuestazo contra la producción”, agregó.
A su turno, Martín Lousteau tomó la palabra y después de elogiar el discurso de asunción de Alberto Fernández, se refirió a la “enorme deuda que tiene la clase política con su población”. “No me gustó sin embargo que dijera que la culpa había sido del otro lado, y eso me trajo reminiscencias de 2015, cuando decían ‘vamos a arreglar el país porque somos mejores’. Es lo mismo que escucho ahora en el recinto“, resaltó.
En esa línea, dijo que “Argentina viene mal desde hace mucho, tenemos siete veces más pobreza que hace 50 años y tenemos el doble de desigualdad. Hace casi 33 años que no podemos romper el piso del 20% de pobreza”.
Por su parte, Oscar Parrilli (FdT), tras confirmar que apoyará el proyecto, señaló: “Me parece raro estar aquí. Hace menos de un año éramos todos chorros, narcotraficantes, terroristas… Y había un fiscal, que ahora está procesado, que buscaba que alguien se arrepienta”. Luego sí, se refirió específicamente a la ley y señaló: “Si queremos algún tipo de consenso tiene que ser sobre políticas concretas. Tenemos que dejar de hablar de Perón y de Evita, cuando lo que tenemos que discutir son las políticas concretas”.
En el comienzo de la sesión, Julio Cobos encabezó un homenaje a Leandro Despouy, un histórico dirigente radical que falleció esta semana. Luego, los presidentes de los bloques del Frente de Todos, José Mayans, y de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, negociaron un cuarto intermedio para que la oposición pudiera analizar algunos aspectos del proyecto, sobre todo las modificaciones que se realizaron en Diputados, ya que la iniciativa recién ingresó al Senado a las 15.50.
En la primera parte de la sesión, el Senado aprobó temas como la autorización a que Alberto Fernández pueda viajar al exterior, que las Fuerzas Armadas tengan la capacidad de colaborar con sus organizaciones pares de otros países, y se le dio media sanción a un proyecto de consenso fiscal enviado por el Poder Ejecutivo.
Luego, Cristina Kirchner le tomó juramento a Clara Vega, quien reemplazó a Inés Brizuela y Doria, nueva intendenta de la ciudad de La Rioja; a Martín Lousteau; Laura Rodríguez Machado;
A su turno, el presidente del bloque de Cambiemos propuso a Lousteau y a Rodríguez Machado como vicepresidentes 1° y 2° del recinto, mientras que Juan Pedro Tunessi asumió como prosecretario parlamentario del Senado.
Después de intensas negociaciones en torno a los impuestos a los derechos de exportación al agro y al congelamiento de los haberes jubilatorios entre el Frente de Todos y los bloques aliados, que ayudaron al oficialismo a la obtención del quórum en la Cámara baja, el Gobierno obtuvo la media sanción en general del proyecto de Solidaridad Social y Reactivación Productiva con 134 votos a favor y 11 en contra.
El Frente de Todos logró la aprobación en Diputados con la suma de los interbloques Federal, conducido por Eduardo “Bali” Bucca, y Unidad Federal para el Desarrollo, del mendocino José Luis Ramón.
Ahora, el Gobierno en el Senado, en lo que se prevé un trámite mucho más corto que en Diputados, buscaba encaminar la sanción definitiva, en una sesión sobre tablas –se necesitan los dos tercios de los presentes para habilitar la discusión– en la que se programó además debatir los pliegos de las nuevas autoridades del Banco Central y la suspensión del consenso fiscal del 2017 que el Presidente firmó con todos los gobernadores en la previa de Diputados.
24 horas antes del inicio de la sesión en la Cámara baja, habían sido los gobernadores de la UCR los que habían pedido a los legisladores de Juntos por el Cambio que dieran quórum para habilitar el debate, después de que el interbloque opositor decidiera, tras extensas deliberaciones, no bajar al recinto. El oficialismo tuvo que apurar una sesión especial para la jura de los nuevos legisladores que reemplazaron a los que se mudaron al Poder Ejecutivo. Sin esos diputados, el número estaba ajustado.
En Diputados, Cambiemos acompañó solo las emergencias sanitaria y social, y la moratoria para las pymes del proyecto que sufrió modificaciones en retenciones y jubilaciones, entre otros puntos. Los rubros más álgidos en la discusión.
Hasta la madrugada hubo intensas conversaciones entre el Gobierno, la mesa de enlace y el interbloque Federal, lideradas por Bucca y Máximo Kirchner. Graciela Camaño se ausentó de la votación: tenía un viaje agendado. No votó en general, ni en particular.
El Poder Ejecutivo aceptó al final dar el puntapié inicial para dar compensaciones a pequeños y medianos productores, un incentivo aún incierto que no conforma a las entidades rurales. Al final, la votación en particular en ese rubro fue mucho más holgada de lo que se preveía. Pero el interbloque Federal quedó partido en dos.
En el caso de las jubilaciones, que congela la fórmula de actualización sancionada por la anterior gestión, en el 2017, crea una comisión para debatir el nuevo cronograma y la exclusión de los regímenes especiales, que despertó polémica durante la mañana. Por la exclusión de docentes y científicos, pero también del sistema político, diplomático y judicial.