secuestro

En apenas 81 días del año, Tucumán se transformó en uno de los focos más calientes del contrabando en el norte argentino. Según datos oficiales del Ministerio Público Fiscal, entre el 1 de enero y el 22 de marzo se decomisaron productos ingresados ilegalmente por un valor que supera los $2.100 millones, una cifra que ya representa más del 50% del total incautado durante todo 2024.

El dato, si bien impactante, no sorprende del todo a las autoridades. El refuerzo de los controles en rutas, a través del Operativo Lapacho, permitió visibilizar una realidad que hasta hace poco se mantenía en las sombras: Tucumán es un paso clave en el corredor del contrabando que nace en la frontera entre Bolivia y Salta, específicamente en la localidad de Orán, a través de más de 100 pasos ilegales que conectan con Aguas Blancas.

“Estamos apuntando a desarticular las redes organizadas que utilizan esta ruta para ingresar mercadería sin control, no a los ciudadanos que cruzan ocasionalmente para ahorrar”, explicó el comisario Fabio Ferreyra, jefe del operativo.

Lo secuestrado desde enero

Desde enero, los uniformados incautaron 2.359 “bultos”, nombre con el que se identifica a los paquetes con mercadería ilegal, valuados en más de $ 1.600 millones. Se trata, principalmente, de cinco categorías de productos: calzados, textiles, artículos electrónicos, bazar y herramientas, cuyos valores por unidad oscilan entre $ 300.000 y $ 1.200.000.

A esa cifra se suman 3.600 kilos de hojas de coca, valuados en más de $ 244 millones. Aunque su consumo no está prohibido, su producción y comercialización dentro del país sí lo están, lo que convierte a este producto en otro protagonista recurrente del contrabando.

La crisis post pandemia trajo una nueva tendencia: el contrabando de neumáticos. La escasez y el aumento de precios impulsaron la aparición de neumáticos de origen chino traídos desde Bolivia. En lo que va del año se secuestraron 1.162 unidades, y ya se comercializan incluso los de motos y bicicletas.

Cigarrillos

Los cigarrillos también siguen figurando en el radar. Hasta el 22 de marzo se decomisaron 2.710 cartones, valuados en más de $35 millones. “Con el lanzamiento de marcas más económicas por parte de las tabacaleras, ya no resulta tan rentable ingresar cigarrillos de contrabando”, explicó Esteban Domínguez, conocedor del circuito informal.

El contrabando no sólo representa una evasión impositiva que golpea al comercio formal, sino también una actividad de la que dependen miles de familias del NOA, reconocen quienes conocen el entramado. “Es mentira que van contra los grandes. Están parando a cualquiera que no les pague”, denunció Julio Ramírez, bagayero tucumano.

En esta modalidad, cada pasajero que cruza a Bolivia puede pagar entre $ 100.000 y $ 120.000 por un viaje en utilitario, y los bultos son enviados luego en servicios puerta a puerta, que llegan a costar hasta $ 500.000.

Decisión política

“Hay una decisión política clara de poner orden en las rutas. Descubrimos no sólo droga, sino también vehículos robados y redes de evasión fiscal”, advirtió el comisario Ferreyra. Según cifras oficiales, Tucumán ya representa un tercio de todo lo decomisado en el NOA, quintuplicando su propio registro respecto al año anterior.

El contrabando se adapta a las necesidades del mercado: cuando hace calor, crecen los secuestros de ventiladores y aires acondicionados; cuando escasea el caucho, aumentan los neumáticos ilegales. Para Ferreyra, la clave es mantener el ritmo de los controles y cortar los eslabones de una red que mueve cifras multimillonarias y amenaza con instalarse como un actor económico paralelo en el norte argentino.

Comments

Comentarios