El canciller ayer inventó ante la prensa, un diálogo entre el presidente Alberto Fernández y Joseph Biden, presidente de los EE.UU. Solá se negó luego a pedir disculpas por su “gaffe” diplomática y aseguró que es una víctima de las internas de poder en la Casa Rosada.
En estos 359 días como jefe de Estado, Alberto Fernández dialogó muy poco con Felipe Solá y no dudó en excluirlo de ciertos acontecimientos diplomáticos que marcaron la agenda geopolítica de la Argentina. Se trataba de un juego básico de simulación en el poder: Solá aparecía en la formalidad burocrática como ministro de Relaciones Exteriores, mientras el Presidente diseñaba su hoja de ruta internacional con sus secretarios y embajadores de confianza y la exclusión deliberada y perpetua de la Cancillería.
Sin confianza
Pero este status quo inestable se rompió cuando Solá decidió inventar un diálogo completo entre Alberto Fernández y Joseph Biden, presidente electo de los Estados Unidos. Alberto Fernández ya no tiene confianza en su ministro y no forzó su reemplazo para evitar una crisis política cuando su foco está puesto en el debate del aborto, la negociación de la deuda externa, el relanzamiento de la economía y la vacunación masiva contra el COVID-19.
Para ponerlo en términos de “realpolitik”: Solá continúa como canciller por las prioridades que se fijó el Presidente. En otra coyuntura de poder interno, hoy asumiría un nuevo ministro de Relaciones Exteriores.
fuente: infobae