El riesgo país de Argentina subió este jueves a niveles máximos en cuatro años, en 804 puntos básicos, afectado por una fuerte aversión global después de que la Reserva Federal estadounidense aumentara la tasa de interés, pese a que pronosticó una menor cantidad de alzas en 2019.
Si bien el índice registraba fuertes subas en los últimos días, superar la barrera de los 800 puntos –incluso llegó a 806 en el pos cierre, pasadas los 19.00– constituye de un récord para la administración Cambiemos. Para registrar cifras similares hay que remontarse a diciembre de 2014, cuando Cristina Kirchner era presidente y la cifra llegó a 823.
Este indicador elaborado por la banca JP Morgan mide el diferencial de tasa de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus similares emergentes. Con un bono norteamericano a 10 años que rinde una tasa de 2,77% (277 puntos básicos) anual este jueves, una emisión soberana de la Argentina con misma duración debería ofrecer una rentabilidad de casi 11% en dólares para tener aceptación en el mercado voluntario de deuda.
Esta tasa es considerada impagable o de riesgo de default y, de hecho, excluye a la Argentina de colocaciones de deuda en el exterior. Por eso, la asistencia financiera del Fondo Monetario al país es irreemplazable hoy para que el Gobierno pueda honrar los vencimientos de deuda pública en moneda extranjera.
Pero las dudas acerca de la capacidad de pago surgen a partir de 2020, cuando estos créditos del Fondo cesarán.
Por eso la extraordinaria tasa de retorno, contracara de la percepción de riesgo, se aprecia en forma clara en los títulos públicos en dólares con vencimiento posterior a 2020 y legislación argentina, como el Discount 2033, que rinde 14% anual; el Bonar 2025, con 14,9%, o el Bonar 2024, con un 13,6 por ciento. Esos bonos hoy cayeron en su cotización diario: Bonar 24, -0,19%; Bonar 2025, 1,13%; y Discount 2033, 1,44 por ciento.
El referencial de riesgo país, medido por el banco JP Morgan, aumentó 12 unidades a niveles de 804 puntos básicos. El 31 de agosto último alcanzó los 802 enteros de forma intradiaria, mientras que el 16 de diciembre de 2014 cerró por encima de 800 puntos por última vez, a 823 unidades.
La llamada “aversión al riesgo” inversor es el principal motivo de esta percepción negativa sobre los activos emergentes en general y argentinos en particular. Ante una abrupta caída en los índices accionarios en Wall Street en el último trimestre, muchos fondos invertidos en acciones y bonos internacionales están desarmando posiciones.
A la vez, aumenta la demanda por los bonos del Tesoro de los EEUU: suben los precios de estos títulos en el mercado secundario y baja su rentabilidad. Los Treasuries son considerados los activos de refugio por excelencia.
“El spread con la tasa a dos años llego a 11 puntos básicos, su menor nivel desde junio de 2007. Sumado a esto, la tasa a dos años superó la de cinco: un 2,66% versus 2,64%, respectivamente”, detalló un reporte de Portfolio Personal Inversiones. Añadió que esta inversión de la curva de rendimientos “en el contexto actual, implica un pronóstico de posible recesión en los próximos 12 meses para el país del norte”.
Los mercados pronunciaban su tendencia bajista en este cierre de 2018, luego de conocido que la Reserva Federal de los EEUU subiera la tasa de referencia por cuarta vez en 2018, a un rango de entre un 2,25 y 2,50 por ciento. Una tasa más alta preanuncia un enfriamiento de la economía, al encarecer el crédito.
Es una mala noticia para los emergentes y más para aquellos con amplias necesidades financieras como la Argentina. Aunque si la actividad económica en los EEUU se estanca en 2019, también podría producirse una pausa en esta serie de alzas de las tasas de la Fed.
“Ahora parados a pocos días de terminar 2018, se cumplieron bastantes pronósticos de los que veníamos hablando. Lo más importante de todo, es que la tasa de la Fed podría estar llegando a una zona neutral en 2019″, refirió Pablo Gao, de InvertirenGrupo.
En tanto, el índice Dow Jones de Industriales de Wall Street pierde más de 1% este jueves y opera debajo de los 23.000 puntos por primera vez desde el 17 de octubre de 2017, de modo que consumió todas las ganancias que había obtenido en 2018.
El pasado 3 de octubre, el Dow Jones rompió un récord histórico en 26.828 puntos. Pero en menos de tres meses se desplomó más de 14%, ante las expectativas negativas sobre el crecimiento global y la “guerra comercial” entre EEUU y China.