Según un informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA) en abril de 2024 el poder adquisitivo del salario mínimo se ubica 44,7% por debajo del nivel que tenía en noviembre de 2019.
El salario mínimo, vital y móvil muestra un descenso muy fuerte desde la asunción de Javier Milei como presidente a hoy y su valor, que se había fijado para el mes de diciembre, quedó absolutamente por debajo del aumento de precios del 25,5% de ese mes, pero, a su vez, cuando se convocó tardíamente al Consejo de Salario, resultó claro que no había pretensiones por parte del gobierno de recuperar el poder de compra perdido.
La Secretaría de Trabajo definió allí una suba total de 30% en tramos, según un informe del Centro de Investigación y Formación (CIFRA) de la Central de los Trabajadores de la Argentina (CTA), hizo que el salario profundizara su caída “ante la inédita ausencia de propuestas por parte de la representación empresaria en dicho Consejo”.
Los salarios aumentan por detrás de la inflación
El Salario Mínimo se fijó en $202.800 desde marzo y, de este modo, entre noviembre de 2023 y abril de este año, aumentó nominalmente 38,9% frente a una inflación que puede estimarse en más de 110%. “Se consumó así en pocos meses una reducción real de 34,1%”, informa el CIFRA.
Salario: cuánto poder de compra perdió
Asimismo, advierten que, dado que el incremento de precios ha sido recientemente más alto para los alimentos que para el resto de los bienes y servicios, la pérdida de poder de compra del salario mínimo resulta mayor cuando se contabiliza exclusivamente en alimentos:
- 51,7% respecto de noviembre de 2019 y
- 63,0% respecto del mismo mes de 2015.
“Si no hubiese tenido lugar la pérdida de poder de compra del salario mínimo sucedida desde fines de 2015 a la fecha, en el actual mes de abril este salario hubiese sido de casi $ 480.000. Tan grande es el retroceso que el valor real se ubica incluso por debajo del nivel de 2001/2002″, diagnostica CIFRA.
También en la comparación con las líneas de pobreza y de indigencia se evidencia el retroceso histórico. “En abril, el salario mínimo sólo alcanzó para adquirir poco más de la mitad de la canasta básica de alimentos que define la línea de indigencia para una familia tipo y menos de un cuarto de la canasta de pobreza, relaciones solo comparables al peor momento de la crisis tras el estallido del régimen de convertibilidad” informó el trabajo.