Argentina se plantó en la cancha con personalidad, como hizo durante todo el certamen de la Copa América en Brasil, y así logró un valioso triunfo frente a Venezuela, a domicilio. Fue 3 a 1, con goles de Lautaro Martínez, el tucumano Joaquín Correa y de Ángel Correa. Soteldo descontó para la Vinotinto.
Los de Scaloni buscaban el arco de Faríñez con todo, pero la Vinotinto se defendía. Primero Di María y después De Paul con un tiro contra el travesaño local avisaban. Messi se movía por todo el frente de ataque y estaba con muchas ganas, pero los venezolanos eran bastante duros cuando les tocaba defender.
El partido era casi todo visitante, pero la alegría, por momentos, se convirtió en drama: Messi sufría una dura patada del recién ingresado Martínez y el árbitro González le mostraba la amarilla. Pero el grito del jugador del PSG (sí, se hace extraño decir esto todavía), alertaba que la infracción había sido más grave. El VAR llamaba al oriental y la decisión era clara: roja y Venezuela con 10, pero con Messi sin aparentes problemas.
Sobre el final del primer tiempo, llegó el gol argentino. Lo Celso, uno de los mejores del encuentro, encontró a Lautaro Martínez que tuvo gran movilidad durante este período para que el del Inter no falle y con un zurdazo cruzado haga el primero de la albiceleste en Caracas.
El segundo tiempo arrancaba igual que el primero, Argentina buscaba el gol y Venezuela se replegaba para tener alguna chance a la contra. González y Soteldo eran los hombres peligrosos de los locales, pero estaban muy lejos de un testimonial Emiliano Martínez.
Messi, por su parte, buscaba el gol de todas las maneras posibles, pero no estaba acertado de cara al arco. Scaloni notaba cansancio en algunos de sus jugadores y le daba media hora de partido a los dos Correa, de gran inicio con el Atlético de Madrid Ángel y con el Inter, Joaquín.
Soteldo era el peligro de Venezuela. El menudo jugador de Toronto le pegó a la media vuelta y tras un toque en Pezzella, casi se mete por el ángulo derecho de Martínez. Venezuela quería y quería, con más alma que fútbol.
Y los cambios de Scaloni surtieron efecto al toque. Primero ‘Tucu’ Correa tras una gran jugada de Lautaro y Messi; después Ángel Correa tras un gran disparo de Lautaro Martínez. Tres a cero en Caracas y a otra cosa. Argentina cerraba el partido como un equipo compacto y fiable.
Scaloni seguía con pruebas, daba ingreso a Papu Gómez y Palacios, después a Dybala. Messi seguía buscando su gol pero Faríñez se lo negaba. Ya en el descuento, Soteldo era derribado por Gómez y el árbitro decidía con el VAR que era infracción. Soteldo, a lo Panenka, definía muy bien y maquillaba el marcador.
Se cerraba el círculo. Aquella vez en Madrid, Venezuela ganaba 3-1. Hoy, Argentina de visitante vencía por el mismo resultado. De un equipo en formación a un equipo ganador. El gran vencedor de todo esto es Lionel Scaloni.
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