Terminaron las exposiciones de testigos en el juicio contra Edgar Villafañe (22), por el crimen del cabo de la Policía Ramón Sánchez (44). Tras asistir a los últimos testimonios, se pudieron escuchar mensajes, encontrados en dos teléfonos secuestrados al acusado y a uno de sus allegados, enviados poco después de ocurrido el asesinato.
El auxiliar fiscal Miguel Esteban Fernández había anticipado en su alegato inicial que durante el proceso brindaría su declaración el perito que revisó el aparato celular secuestrado tras la detención de Villafañe, advirtiendo que “allí hay conversaciones puntuales en las que expresa los motivos por los que habría matado a Sánchez”.
Gustavo Luna, integrante del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), fue el encargado de describir el informe surgido del análisis de los datos extraídos al teléfono, explicando que al filtrar los chats atrajeron su atención tres chats que entabló con los usuarios llamados “Juana”, “José” y “Agustín” durante la madrugada del 5 de julio.
El primer cruce que analizó fue el de la mujer. “Hablan de qué hacen, dónde están y “Papi” (dueño del celular) le dice que está con Edgar”, detalló y procedió a la lectura de algunos mensajes, intercambiados a eso de las 3.45.
Emisor: – Escuchá, ahí atrás de “Pachorra” está el chaleco del rati.
Juana: – Si, ya tiraron todo.
J: -Ya lo van a soltar papi. No se muevan a ningún lado papá, por favor les pido.
El perito agregó que horas más tarde intervino una tercera persona en la charla, que envió mensajes desde el celular marca Samsung. “A mí criterio y por la forma de expresarse podría ser Edgar”, aventuró.
Emisor: – ¿Qué onda Manyú? Soy Tarugo. ¿Y la mamá dónde está?
Juana: -En la casa. No dejes salir al perro. Borrá todo. No salga de adentro. Borrá los mensajes, las fotos y Facebook también. No entren ni vos ni él.
La segunda conversación revisada fue la que mantuvo el portador del celular peritado con el sujeto llamado José.
En un audio enviado el 4 de julio a las 23.13, el emisor dice con voz masculina: “Mamá yo lo he matado al cobani (lunfardo de policía)”. Al ser exclusivamente un análisis del contenido de los cruces, no se avanzó para confirmar quién es la persona que habla en el audio.
En cuanto al chat con el contacto llamado Agustín, el perito describió una conversación fluida y que el último mensaje dice “el Edgar se ha moqueado”.
Del informe, Luna extrajo también que desde el 4 de julio a las 18 hasta el 5 de julio a las 13, el celular tuvo un total de 59 llamadas. “23 llamadas fueron entrantes y 36 fueron salientes. Llama la atención porque son muchas”, señaló el profesional.
También sostuvo que el software que utilizó para analizar el dispositivo encontró muchos mensajes borrados. “Algunos se pudieron recuperar y otros no”, afirmó.
Los últimos en declarar fueron el médico forense Rodolfo Lobo y la psicóloga Andrea Emilia Olivera, ambos propuestos por el abogado defensor Julio Galup. Lobo dijo que al realizar el examen físico del imputado notó que tenía heridas recientes en la zona del cuero cabelludo, la ceja, el tórax y la espalda. “Son heridas que se producen cuando se choca contra algo”, explicó.
Olivera, en tanto, fue quien realizó la evaluación psicológica a Villafañe, afirmando que “pertenece a un contexto complejo tanto familiar como social. A temprana edad comenzó a presentar conductas problemáticas, con ausencia de pilares efectivos y sociales que puedan contenerlo. Se lo notaba angustiado”, aseguró.
Con la exposición de los peritos se cerró la etapa probatoria, tras lo cual las partes tendrán hasta el lunes para elaborar los alegatos de cierre que deberán exponer ante los jueces Isabel Méndez, Eliana Gómez Moreira y Sebastián Norniella Parache.
La Fiscalía de Homicidios II y los querellantes Silvia Furque y Gerónimo Martínez Molina, ya anticiparon que solicitarán que se condene al acusado a prisión perpetua, en tanto que Galup evitó dar detalles sobre la pretensión punitiva de la defensa del acusado, quien acumuló numerosa evidencia condenatoria.