El municipio de la “Perla del Sur” puso en peligro la existencia de tradicionales palmeras al colocarles bases de cemento. La advertencia de una fundación sobre el riesgo de esas especies y la falta de plantación de árboles que ahora están “estresados”.

“Los árboles mueren de pie” es una obra teatral del dramaturgo español Alejandro Casona publicada en 1949, que pertenece a la literatura contemporánea española. Sin embargo, en la “Perla del Sur”, estos seres vivos no cuentan ni siquiera con este derecho.
“Los árboles son seres vivos”, nos decía la profesora en las clases de Biología, en primer año de la secundaria. “Quiere decir que nacen, se desarrollan, se reproducen y mueren”.
Esto que parece muy simple tarda en ser comprendido o directamente no se llega a percibir por la gente, los árboles por muy queridos que nos sean, nos dejan o los dejamos nosotros a ellos.
Como decía mi sabia madre: “es la ley de la vida”.
En primer lugar hay que considerar al analizar el arbolado urbano esta premisa: los árboles son grandes amigos del hombre, enormes benefactores para el entorno, pero necesitan de nuestros cuidados y atenciones.
No siempre estuvieron allí y lo que es peor no estarán para siempre. En el eterno círculo de la vida, su renovación permanente es o tendría que ser una realidad y debería ser una constante en el accionar de cualquier municipio.
Cuando se piensa en el arbolado de una ciudad hay que poner especial atención en los lugares disponibles y en las especies elegidas, luego en la conducción y el cuidado de las mismas y finalmente en la conformidad de los vecinos.
Todas estas, que parecen normas claves y que un funcionario que se desempeña como Director de Medio Ambiente debería tener más que en claro. Pero ni el ingeniero Sebastián García, a cargo de esta área en Concepción, ni el intendente, Roberto Sánchez, parecen conocer o al menos importarles la situación.
Las redes sociales fueron la primera caja de resonancia sobre las denuncias de los vecinos de Concepción, en cuanto a la forma en la que se está forestando la Peatonal San Martín. Las críticas se hicieron sentir en cuanto al mal manejo de los árboles que fueron plantados, con muy poco espacio, rodeados de cemento y con las raíces cercenadas. Eso sin tener en cuenta a las decenas de ejemplares que esperan su turno, apilados, sin hojas, casi secos. Una situación más que penosa.
“El intendente de Concepción, Tucumán, multa a los ciudadanos que podan árboles sin permiso pero esto hace con las centenares palmeras de la plaza principal. #Cambiemos para mal”, escribió una usuaria en Twitter. En el mensaje se observa una imagen que muestra cómo el cemento cubre toda la base de una palmera.
“Triste postal donde terminaron los añejos naranjos y palmeras de la Plaza Mitre ciudad de Concepción…”, fue el comentario con el que la periodista Ana María Alderete acompañó la publicación de otras imágenes, también en Twitter.
En Facebook, Carlos Olarte también compartió una postal de lo que ocurre en la plaza central de esa ciudad. “Las palmeras de la plaza Mitre de Concepción, fueron un legado de Stewart Shipton a la ciudad de la que fue su primer intendente. Todas son distintas y las trajo de todas partes del mundo. Se las debería cuidar como el ejemplo de la diversidad biológica del mundo”, advirtió.

Las tradicionales palmeras están rodeadas de bases de cemento que pueden afectarlas.

Otra de las partes del escándalo es que los árboles fueron comprados de provincias como Salta o Jujuy, cuando deberían haber sido solicitados de los municipios de San Miguel de Tucumán o Yerba Buena (cuentan con sus propios viveros) y hasta incluso fueron ofrecidos como regalo por parte de la Fundación Forestar, pero desde la intendencia de Sánchez se decidió gastar el dinero de los contribuyentes. Una situación similar a la ocurrida con la palmera en la Quinta de Olivos, al parecer el ex corredor de autos es fanático y sigue los pasos de Mauricio Macri, no con mucha fortuna se ve.
Diario Cuarto Poder dialogó con el presidente de la Fundación Forestar, el ingeniero Rubén Bulacio, quien afirmó que “los ejemplares que fueron adquiridos por parte de la municipalidad no corresponden a las necesidades, ya que son árboles de cerca de 10 metros, casi sin raíces. En síntesis, ejemplares sufridos y por sobre todo tienen un alto costo, ya que fueron comprados en Salta o Jujuy, además del traslado. Esta decisión se tomó aún cuando desde nuestra fundación les ofrecimos ejemplares óptimos, de una edad cercana a los 2 años y por sobre todo gratis” aseguró Bulacio
“La situación de los ejemplares que aún no fueron plantados es penosa, calculo que cuentan con un 50% de posibilidades de sobrevivir, debido al mal estado y abandono. Todos los días vemos árboles que no soportaron estas condiciones y deben ser removidos ya que no sobrevivieron. Otro de los peligros es que estos ejemplares cuentan con pocas raíces y cuentan con escasas ramas por lo que el follaje crecerá más hacia arriba. Ante esta condición estarían propensos a caer durante tormentas o fuertes vientos”
“En Concepción se pueden criar árboles y en un año y medio o dos los ejemplares pueden lograr una buena altura para ser plantados en los espacios públicos” sentenció Bulacio.
El titular de la citada fundación calificó como “reliquias” a las palmeras, que fueron retiradas a raíz de las obras de remodelación que se llevan adelante. “Están tirando abajo nuestra identidad”, reiteró el especialista, quien creó un Jardín Botánico en esa ciudad, y estima que son tres las palmeras arrancadas y que quedan “unas 5 o 6”.
“Han sacado algunas palmeras, que es algo que nos identifica. Eso no se puede trasplantar, directamente las arrancan”, finalizó el presidente de Forestar.
Esta situación que roza el absurdo y denota un sordo y cuestionable accionar desde la municipalidad de Concepción y sus funcionarios, el intendente, Roberto Sánchez y el Director de Medio Ambiente, el ingeniero Sebastián García, quienes no escuchan a los que saben del tema e insisten en prácticas que más que ilógicas dan que pensar en otro tipo de cuestiones propias de cierto sector político que busca sacar un rédito económico de la situación. ¿Para qué comprar fuera de la provincia lo que tengo al alcance de la mano gratis? No parece responder a ninguna lógica esta acción, pero tratándose de política, podemos afirmar, como decía mi abuelita, “piensa mal y acertarás”.

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