Por Manuel Rivas* director Diario Cuarto Poder / Capas ficcionales que funcionan con perfección. El libro de cuentos “Edgardo H. Berg” de Fabián Soberón incursiona en la construcción de una compleja ficcionalización que se ríe de lo que muchos llaman realidad.
El enmascaramiento permanente
“Edgardo H. Berg es un libro de cuentos elaborado con superpuestas capas ficcionales. Se podría decir que he realizado un proceso de ficcionalización organizado con diversas máscaras. En el centro del libro está el personaje de Edgardo, una especie de minotauro literario hecho de ficción y no ficción. El libro es la huella de una biografía falsa y es el anagrama que resulta de las mutaciones de la realidad convertida en literatura”, sostuvo hace tiempo el escritor tucumano Fabián Soberón en una entrevista que le realicé para Diario Cuarto Poder.
Lo que no dice el excelente escritor es que esta sucesión de relatos es un verdadero abismo de máscaras en las que el lector se siente en caída libre. Quien se adentre en la lectura meticulosa de los textos no podrá dar pasos seguros porque la ficción está difuminada con lo que se puede considerar “real”.
Como los grandes autores
Soberón juega ese juego propio de grandes autores, como Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares, a quienes les fascinaba crear fuentes apócrifas o situaciones que ganaban en verosimilitud a fuerza de detalles preciosamente trabajados; o en Ricardo Piglia, con el uso de elementos que aportan a esa realidad del espejismo, por ejemplo, a través de recursos epistolares.
El tucumano, como un demiurgo que teje los textos y personajes haciendo creer y dudar al mismo tiempo de lo que construye, inicia todo en un personaje que, paradójicamente, existe, pero que no necesariamente es el mismo que recorre las 121 páginas del libro.
“Un huracán de dudas”
“Mi idea fue producir una vorágine: un huracán de dudas”, afirmaba Soberón en aquella magnífica entrevista. Y vaya que lo logró. Se trata, sin duda, de una obra de ineludible lectura para aquellos que gozan de las construcciones literarias, pero que también prefieren ese grado de dificultad para desentrañar aquello que subyace debajo de las palabras.
Para el autor, detrás de las máscaras puede haber vacío y desolación. Como lector del libro puedo afirmar que es un abismo en el que las máscaras caen en el propio vacío, como una sucesión infinita que es difícil de detener.
La mirada del autor
“En el libro se mezclan la autoficción, la biografía (falsa), la crónica, el policial, la autobiografía. Intenté combinar los procedimientos y las estrategias. De ese cóctel razonado y apasionado surgió esta especie de experimento literario. El prólogo del Edgardo empírico impugna mis ficciones. Las ficciones contradicen al Edgardo de carne y hueso. Arturo Serna, el autor del epílogo, me contradice y apoya al Edgardo empírico y dice conocer mejor que yo al Edgardo ficcional. Los autores del prólogo, de los cuentos, del epilogo y los personajes se pelean y discuten el estatuto de la realidad y la ficción”, sostiene el autor.
Soberón muestra parte de la receta, pero no cae en la tentación de brindar los detalles de lo que es pura invención y mérito literario. El mago tampoco revela sus trucos. En esos casos no queda más que disfrutar a pleno de la presentación y la fantasía que ella genera en cada uno de los espectadores. Los lectores hallarán su propio camino en la interpretación de los textos y eso también es lícito.
El Edgardo H. Berg “de carne y hueso” y el otro
En cuanto a la reacción del Edgardo H. Berg “de carne y hueso” el propio Soberón expresó en su momento que “Edgardo H. Berg es un crítico suspicaz e inteligente y aceptó, solícito, entrar en el juego que combina ficción y biografía (falsa). Al mismo tiempo, los cuentos son una invitación a la reflexión sobre el lugar de lo real en la construcción de un artefacto que impugna la idea clásica de ficción. En tercer lugar, el libro es un elogio de la amistad”.
Hay que recordar que el personaje ficcional apareció en el libro “La conferencia de Einstein” –que por estos días celebrará 15 años desde su publicación- y en el cuento “El gordo” que integra el libro “El instante”. Hace unos días, en el Festival Internacional de Literatura Tucumán (FILT), se presentó la colección Trazo, de Editorial La Papa, en donde Soberón contó que “Edgardo H. Berg” es un libro en continua evolución, ya que desde su versión virtual a la fecha sigue creciendo en cuanto a la cantidad de relatos, lo que nos abre las puertas a nuevas máscaras que seguramente esperaremos con las ansias de desentrañar aquello que el escritor sabrá difuminar, de tal modo, que hará de la lectura un verdadero desafío.
*Periodista, profesor de Letras e Historia y escritor.
Mini biografía de Fabián Soberón
Fabián Soberón nació en Tucumán, Argentina. Es Licenciado en Artes Plásticas y Técnico en Sonorización. Se desempeña como Profesor de Teoría y Estética del Cine y Comunicación Audiovisual en la Universidad Nacional de Tucumán. Obtuvo la Beca Nacional de Creación otorgada por el Fondo Nacional de las Artes. Colaboraciones y ficciones suyas se difunden en ViceVersa, Infobae, Hispamérica, Suburbano, Perfil y La Gaceta. Integra varias antologías.
Fue traducido al inglés, al francés y al portugués. Presentó sus libros y sus documentales
en universidades y otros espacios de Estados Unidos, Francia, Alemania, España, Islandia, Puerto Rico y Suecia. Publicó la novela La conferencia de Einstein, los libros de relatos Vidas breves y El instante; las crónicas Mamá. Vida breve de Soledad H. Rodríguez, Ciudades escritas y Cosmópolis. Retratos de Nueva York; la nouvelle Las gallinas; el
volumen 30 entrevistas y El viaje inmóvil. Cine del norte argentino. Como director de cine, realizó Luna en llamas. Sobre la poeta Inés Aráoz, Alas. Sobre el poeta Jacobo Regen y Groppa. Un poeta en la ciudad, entre otros documentales.