La fuerte contracción en el precio de las bebidas tiró hacia abajo el promedio general, mientras que el consumo de carne en mínimos históricos sigue estabilizando el índice.
En la tercera semana de marzo hubo un incremento en el nivel de precios de los alimentos y bebidas del 0,7% y se desaceleró respecto a la semana previa. En esta oportunidad, la fuerte contracción en el precio de las bebidas tiró hacia abajo el promedio general, mientras que el consumo de carne en mínimos históricos sigue estabilizando el índice.
De acuerdo a un informe de la consultora LCG al que pudo acceder El Destape, en la tercera semana de marzo la suba de precios de los alimentos promedió 0,7%, desacelerando 2,5 puntos respecto la semana anterior. En lo que va del mes, el indicador acumula un 7,7% de inflación.
El incremento de verduras y lácteos (1,26 puntos) fue compensado por la caída de las bebidas, que fue del 6,4% semanal. Sin esta categoría, la inflación semanal rondaría el 1,3%. Así le fue a cada producto:
Verduras: 7,14%
Productos lácteos y huevos: 5,04%
Azúcar, miel, dulces y cacao: 4,04%
Carnes: 0,97%
Aceites: 0,56%
Productos de panificación, cereales y pastas: 0,5%
Condimentos y otros productos alimenticios: -0,04%
Frutas: -0,25%
Comidas listas para llevar: -0,96%
Bebidas e infusiones para consumir en el hogar: -6,35%
Según el informe, la inflación mensual promedio y la medida entre puntas cayeron, alcanzando el 11% y 9,1%, respectivamente. Las variaciones de precios presentaron una dispersión relativamente baja respecto a la semana anterior.
Los consumidores comen menos carne y toman menos leche
El consumo de carne en el primer bimestre del año se desplomó al mínimo histórico, hasta cuando llega el informe del sector privado ganadero. Según el documento elaborado por el Mercado Ganadero Rosgan de la Bolsa de Comercio de Rosario, la caída en el consumo per cápita se agudizó aún más en los dos primeros meses de este año, cuando las estadísticas de producción y exportación sugieren un consumo aparente de 44 kilos per cápita contra 48,5 kilos resultantes durante el bimestre anterior, lo que representa un baja de 9,3 por ciento interanual.
La baja en el consumo tuvo lugar pese a que los precios avanzaron por debajo de los niveles generales de inflación. Sin embargo, la caída del poder adquisitivo de los hogares llevó a que la carne se convirtiera en un lujo para pocos y en unos de los alimentos que más sufrió el recorte en el consumo. De acuerdo a los cálculos realizados por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), en el primer bimestre del año la industria frigorífica vacuna produjo un total de 504 mil toneladas de res con hueso de las cuales -según estima la entidad- al mes de febrero la exportación habría llevado 155,2 mil toneladas equivalentes, dejando para el mercado interno un volumen aparente de 349,1 mil toneladas. Comparado contra igual bimestre del año anterior, la cifra representa una contracción de 8,2 por ciento interanual, retornando a niveles de consumo del año 2022.
En tanto, la caída acumulada del consumo de lácteos de diciembre de 2023 a enero de 2024 fue del 16,5 por ciento contra el mismo período del año anterior, según indicó la Dirección Nacional de Lechería. Las bajas del consumo interno y de los precios internacionales de la leche en polvo, segmento al que se deriva una parte de la producción, plantean un difícil escenario para el precio de la leche cruda, advirtieron desde el sector.
En los últimos dos meses el precio internacional de la leche en polvo acumula una caída del 5 por ciento de acuerdo con el Global Dairy Trade que junto con un tipo de cambio exportador de 80-20 (80 por ciento al MULC y 20 por ciento a CCL), “hace prever en el sector lácteo que habrá un freno a los aumentos de precio que vienen recibiendo los productores lecheros”, precisaron fuentes consultadas.