El Concejo Deliberante de esa ciudad se analiza implementar de un sistema de estacionamiento medido para legalizar el trabajo ilegal que hoy realizan cientos de jóvenes y mujeres por fuera de la ley y a la vista de todos.

Por medio de un proyecto de ordenanza, se plantea que se ha constatado la presencia de numerosos trapitos, quienes, aunque no se encuentran habilitados por el municipio, les cobran a los conductores.

Eso genera -naturalmente- roces, razona el edil Javier Jantus, el autor de la iniciativa, que contaría con el acompañamiento de algunos de sus pares, como los peronistas Héctor Aguirre y Walter Aráoz y los allegados al oficialismo local, Marcelo Rojas, José Macome y Rodolfo Aranda.

Los dos principales argumentos del proyecto pasan por ordenar y agilizar el tránsito vehicular y por remediar la problemática de los cuidacoches, dándoles un marco normativo. En los considerandos, se expone que la regulación les permitirá a las personas en situación de vulnerabilidad contar con una fuente de ingreso legítima. Sin embargo, no se contempla que se suma un costo a los dueños de automóviles (simples trabajadores que poseen un vehículo para movilizarse) ya que antes era gratis estacionar y ahora deberán pagar injustamente hasta 30 pesos para estacionar por hora.

Justamente, el gobierno del intendente radical Mariano Campero había establecido el valor del estacionamiento público -que no se actualizaba desde hace años- en unos $ 15 la hora. Los concejales hicieron una contrapropuesta, que consiste en fijarlo en $ 10; pero no la hora, sino la ficha.

¿Qué significa esto? Estacionar en la avenida Aconquija, por ejemplo, equivaldría a tres fichas la hora. Hacerlo en una calle interna valdría, en cambio, una ficha la hora. De paso -piensan los ediles-, desalentarían el ingreso de vehículos al área central.

fuente. lagaceta

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