La relación entre Estados Unidos y la Argentina bajo el gobierno de Alberto Fernández sigue sin dar buenas señales. Ayer, el enviado de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone, no se quedó a la asunción de Alberto Fernández y se retiró enojado. ¿La razón?: la presencia entre los invitados de un funcionario del gobierno venezolano de Nicolás Maduro y del ex presidente ecuatoriano Rafael Correa.

Claver-Carone tenía previsto encontrarse este miércoles con el nuevo presidente argentino y con el canciller Felipe Solá. Sin embargo, su disgusto fue tal que -a lo Trump- decidió dar la nota y marcharse del país.

“Desafortunadamente, debido a unas invitaciones y a algunas sorpresas que recibimos al llegar, decidí no ir y me voy temprano. No vamos a tener las varias reuniones de trabajo que tenemos programadas para mañana”, dijo a Clarín Claver-Carone, quien oficial de asesor de Trump para América Latina.

Ante un escenario que contrasta con las aspiraciones hemisféricas de EE.UU, Claver-Carone transmitió su disgusto al nuevo secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
La gota que colmó el vaso fue la presencia del ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez. Tampoco le cayó bien la visita del ecuatoriano Rafael Correa, quien tiene pedido de prisión preventiva en su país. Incluso,Claver-Carone se atrevió a reclamar en contra de un posible asilo a Evo Morales en la Argentina.

fuente: elprofesional

Comments

Comentarios