Un tucumano de 46 años tuvo que operar a un competidor noruego en medio de la carrera por ausencia de cirujanos. Luego juntos terminaron la competencia.
El deporte entrega cada tanto a figuras que trascienden a sus títulos y se destacan por su humanidad. Es el caso de Jorge Rodríguez, un médico cirujano, que compite en las habituales “Ironman”, carreras de resistencia, que combinan la natación, el ciclismo y el maratón. Este tucumano de 46 años combinó sus dos actividades y la rompió: en plena carrera le reconstruyó la cara a otro atleta y luego juntos finalizaron la competencia.
El increíble y admirable hecho ocurrió en León, en México. Hasta allí, Jorge, de 46 años, viajó para competir en la DecaultraTri, que consiste en nadar 3,8 kilómetros, recorrer 180 kilómetros en bicicleta y correr otros 42 sin parar en cada uno de los cinco días que dura la carrera.
Según cuenta el sitio TN.com.ar, el tucumano, único representante argentino en la competencia, se cruzó en el momento justo con el atleta noruego Henning Olsrund. Cuando llevaba recorridos 20 kms. de nado, otros 825 en bici y unos 168 a pie, Rodríguez sufrió una fuerte caída que lo mandó al hospital con algunos rasguños.
Allí se encontró con Olsrund, quien había sufrido otro accidente un poco más adelante. “Salí del agua junto al noruego en 1h09’12”. Comencé bien la bici hasta el kilómetro 125, donde caí desde un puente vial sin barandas a los costados. Estaba mojado y se llegaba ahí en bajada; justo pasaba una camioneta. Patinó la rueda y caí abajo sobre unas piedras con la bicicleta. Dos kilómetros atrás cae Henning Olsrud, en una bajada rápida y peligrosa rompiéndose los labios, dientes y nariz. Él venía en el segundo lugar en la competencia”, contó el argentino.
Lo que hizo luego el cirujano fue asombroso. “Fuimos hospitalizados juntos. Después de los rayos X, no había cirujano que haga la reconstrucción de labios y cara porque eran heridas graves con pérdida de sustancia, así que lo hice sin importarme el tiempo que perdía de carrera”, contó. Sí, incluso aún vestido para seguir corriendo, Jorge entró al quirófano y le reconstruyó la cara a su colega.
Si eso parecía poco, lo que siguió fue aún más increíble. Después de tres horas de trabajo, ambos se fueron juntos del hospital, completaron los 180 kilómetros en bici y los 42 corriendo que les faltaban y se abrazaron al cruzar la meta. Por tiempo acumulado, el noruego finalmente fue tercero y el argentino, quinto.
Luego, en diálogo con TN.com.ar, el cirujano atleta contó que apenas durmió “una hora” después de la carrera y que venía de “curar a Henning”, quien ya está recuperado.
Fuente: Clarín