A lo largo de la costa se pueden ver bonitas conchas de cangrejos que brillan cuando la luz del día empieza a desvanecerse. Escucha atentamente porque podrás ser capaz de sentir los susurros del agua sobre sus caparazones.

Es la temporada de desove de los cangrejo herradura en la Bahía de Delaware. Cada mayo y junio, en las noches, cuando hay luna nueva y la marea es alta, estos animales se aproximan hacia la playa para aparearse y enterrar sus huevos.

El ritual se remonta a 445 millones de años atrás. Este tipo de cangrejos son fósiles vivientes que han sobrevivido a cuatro extinciones en masa. Son criaturas extrañas con 10 ojos que dan varias ideas de cómo evolucionó la visión. Su sangre ha salvado innumerables vidas humanas, incluyendo la tuya.

Pero estas criaturas, sobrevivientes de la naturaleza, están en peligro. Y para protegerlas es urgente que los biólogos comprendan sus ciclos de vida y sepan cuántas especies hay. Es por eso que los investigadores trabajan por las noches para hacer un censo de cangrejos antes de que desaparezcan bajo las olas.

Elle Gilchrist ha encontrado un montón de cangrejos. Cada uno de ellos es brillante, con colores verdes y marrones, y tienen forma de casco de combate con una espina dorsal de 15 cms que sobresale por la espalda. Gilchrist, una interna de 20 años que está trabajando en la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Delaware (DNERR por sus siglas en inglés), luce una larga cola de caballo rubia y unos pendientes en forma de cangrejo de herradura y conoce perfectamente estos organismos. Los miembros de los machos terminan en pinzas, que utilizan para agarrar a otras especies. El interior de los caparazones de las hembras está lleno de miles de huevos de color verde pálido, la razón de la fiesta de esa noche.

Gilchrist comienza a contar las herraduras que hay en su parcela. “Uno, dos, tres, cuatro y cinco varones”, dice a un voluntario que está tomando notas. Entonces, mueve su mano entre la masa de corazas y siente el enorme y suave caparazón de la dama que todos están tratando de cortejar. “Una mujer”, afirma sonriendo.

Algunas personas pueden ser sensibles ante la escena de cientos de criaturas de muchas patas congregándose a lo que se podría tildar de orgía de artrópodos. Pero Gilchrist no piensa así. Describe a esos animales como seres “preciosos” y el ritual de apareamiento como algo “impresionante”.

A Maggie Pletta, coordinadora educativa del DNERR, le gusta sorprender a los voluntarios besando, literalmente, a uno de los cangrejos y presionando su cara contra la boca escondida entre sus piernas. Stew Michels, científico de la División de Pesca y Vida Silvestre de Delaware, se entusiasma por el desove: “Es tremendo”.

El ecologista de conservación John Tanacredi, director del Centro de Investigación Ambiental y Monitoreo de los océanos costeros en el Molloy College de Nueva York, está tan enamorado que quiere que las Naciones Unidas creen una nueva designación de la UNESCO para ellos como “Especies Patrimonio de la Humanidad”.

“Estos animales caminaron por debajo de las piernas de los brontosauros en algún momento del tiempo”, comenta Tanacredi. “Deberían ser el paradigma de la supervivencia y la sostenibilidad”, añade.

Los cangrejos herradura, conocidos científicamente como limulus polyphemus, no son realmente cangrejos. Están relacionados con las arañas y los escorpiones aunque son especies anteriores a ellos.

Los cangrejos herradura aprovechan el aumento de la marea para colocar huevos en la playa (The Washington Post / Ricky Carioti)
Los cangrejos herradura aprovechan el aumento de la marea para colocar huevos en la playa (The Washington Post / Ricky Carioti)
A lo largo de los años los cangrejos han desarrollado algunas estrategias evolutivas bastante inteligentes, como el sexo en el playa. Cuando estas especies empezaron a evolucionar, los animales terrestres aún no existían, por lo que ningún depredador podría hacerse con los huevos colocados en la arena. Al final de la temporada del desove, los cangrejos adultos podrían regresar al agua sintiéndose relativamente seguros de que su ADN viviría.

Y así ha sido. Las épocas iban y venían, los océanos subían y bajaban, los continentes se unían y se separaban de nuevo… Y los cangrejos herradura (o cacerola) perduraban. Sobrevivieron a sus primos marinos, los trilobites. Los limulus polyphemus fueron testigos de la subida y la caída de los dinosaurios y sobrevivieron a cuatro extinciones en masa, incluyendo una que aniquiló el 90 por ciento de la vida en la Tierra.

“Estos animales seguramente son las criaturas mejor adaptadas al mundo” finaliza Gilchrist.

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