Raúl Antonio Devias, alias “El Gitano”, detenido desde junio por la muerte de su pareja María Lourdes Arangio, fue beneficiado con prisión domiciliaria por una infección en sus pies.
Devias se encontraba detenido luego de que el martes 18 de junio pasado un vecino del barrio porteño de Colegiales encontrara el cuerpo de una mujer envuelto en una frazada y con evidentes signos de descomposición junto a un contenedor sobre la calle Céspedes al 2900.
Se trataba de Arangio, de 32 años, que llevaba ya varios días muerta y fue señalada como pareja de “El Gitano”, que fue detenido horas más tarde luego de un allanamiento en su casa en la misma cuadra donde apareció el cádaver. El hombre de 50 años tenía ya un prontuario de casi 25 años de delitos como robo, estafa y privación ilegítima de la libertad.
Dos meses después del hecho, los jueces Pablo Lucero e Ignacio Rodríguez Varela de la Sala I de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional hicieron lugar a un pedido de su defensa y le otorgaron una morigeración de las condiciones de su detención por una “micosis interdigital con erosión cutánea en pies” que “sin duda puede constituir la puerta de entrada del cuadro infeccioso que presentó”.
Devias, imputado por el “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido contra su pareja y por haber mediado violencia de género” y detenido en el penal de Marcos Paz, podrá ahora residir con una tobillera electrónica en la casa de sus padres, (ubicada también en la calle Céspedes, frente a la suya) que se ofrecieron a recibirlo y a hacerse cargo de sus necesidades y cuidados.
En el fallo, los jueces argumentaron su decisión en torno a “la singularidad del hecho investigado y las circunstancias extraordinarias de la conducta atribuida a Devias, las cuales aún no han sido completamente esclarecidas”.
El juez de la causa, Damián Kirszenbaum, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 26, se refirió en la resolución en la que procesó a Devias a una “relación de poder” que ejercía sobre Arangio -madre de dos nenas de 7 y 3 años que hoy están bajo el cuidado de su madre de 77- en torno al consumo de sustancias y que eso le impedía a la víctima abandonar al imputado y “salir del contexto de violencia en el cual se hallaba”.
A pesar de que en el allanamiento hecho por la Policía de la Ciudad en la casa de Devias no fueron halladas drogas, sí se encontraron fragmentos de la frazada con la que fue envuelto el cadáver de la víctima y líquidos compatibles con la descomposición de un cadáver, que, según acreditó luego la autopsia, no presentaba golpes, disparos o signos de asfixia mecánica.
Gabriel Massara, vecino y conocido de Devias, también fue detenido 15 días después e imputado por “encubrimiento agravado” luego de que “El Gitano” lo mencionara en una presentación por escrito donde aseguró que no era él quien fue registrado por las cámaras de seguridad arrastrando el cuerpo, sino su amigo.
En ese documento que integra el expediente, Devias, quien dijo tener problemas de adicción a las drogas, admitió que hubo un “exceso de consumo” y que recién se dio cuenta de que Arangio estaba muerta cuando la encontró “fría” en la cama por lo que le pidió ayuda a su vecino para deshacerse del cadáver.