Son compañeros en el Barcelona. Son más que eso. La magia del fútbol y esa tremenda sociedad que arman, junto a Neymar, en el implacable tridente ofensivo en el equipo catalán, los ha convertido en verdaderos amigos adentro y afuera de las canchas. Comparten bromas, mates, buenos y malos momentos en el club azulgrana día a día. Son compinches Lionel Messi y el uruguayo Luis Suárez. Sin embargo, esta noche, por 90 minutos todo eso quedará de lado y estarán cara a cara para defender cada uno la camiseta de su país. Un duelo de cracks.

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Son las estrellas del Barça. Allí, ya ganaron cinco títulos juntos y continúan batiendo récords de goles. También son las máximas atracciones cuando se ponen la camiseta de sus respectivas selecciones. Sin ellos nada es igual. Sufrió mucho Uruguay con la ausencia de Luisito tras la sanción por la recordada mordida a Chiellini en el Mundial de Brasil que ya quedó en el pasado. Y la Argentina tuvo miedo -mucho miedo- de perder para siempre a Leo con esa renuncia tras la última final perdida, que nunca llegó a hacerse efectiva. Justo en la noche que significará la ratificación de la continuidad de Messi, tendrá que competir contra su entrañable compañero charrúa.
No fueron muchas las veces que los caminos de la pelota los pusieron frente a frente. No fueron rivales en selecciones juveniles ni en Juegos Olímpicos. Tampoco coincidieron en los clubes. Y eso que Barcelona jugó contra Groningen, Ajax y Liverpool, equipos en los que actuó el Pistolero a lo largo de su carrera. Suárez lo dijo hace un tiempo: “A Leo lo tuve de rival en los partidos de la selección mayor, sólo eso”.
Como apuntó el goleador celeste, son cuatro los antecedentes entre Lionel y Luis, todos con los conjuntos nacionales. Argentina nunca perdió: fueron tres triunfos y un empate. Esa igualdad fue el 1-1 de la Copa América 2011. El partido se disputó en Santa Fe y Uruguay eliminó a los dirigidos por el Checho Batista en los penales: 5-4. Tanto Messi como Suárez concretaron sus definiciones.
Sin embargo, ese fue el único grito que Luisito pudo pegar cuando se lo cruzó a Leo en un campo de juego. En tanto, el 10 rosarino metió tres en total, además del penal. Uno fue en la victoria 2 a 1 en 2008 por Eliminatorias en cancha de River. Los otros dos los marcó en el 3 a 0 del 12 de octubre de 2012, también por Eliminatorias. Aquel encuentro fue el último que tuvo a ambos como adversarios. Y, vaya casualidad, fue aquí, en Mendoza, provincia en la que la Selección celeste y blanca nunca perdió (seis triunfos y dos empates). Sin dudas, un buen augurio. El antecedente restante fue en 2009 en Montevideo: Argentina ganó por 1 a 0.
Pero, Suárez también lo sufre al mejor del mundo en la Ciudad Deportiva de Barcelona. “Lo tengo de rival en los entrenamientos y te calienta. En las prácticas no sabés para dónde va a ir: creés que sale para un lado y va para el otro. Hace cosas increíbles, es único”, había confesado el nacido en Salto en una entrevista concedida a El Gráfico hace unos meses. “Con Leo somos del mismo año y hablamos de cosas de la infancia, nuestras mujeres se llevan re bien, y así se van conociendo las familias y se afianza la relación. Yo descubrí que es espectacular como persona”, contó Suárez.
Será, un duelo de mejores amigos, que, por un rato, se volverán los mejores enemigos íntimos.
Fuente: Clarín

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