El intendente capitalino Germán Alfaro y su mujer, Beatriz Ávila, trajeron la foto con el Santo Padre, a pesar de que ella se postula para integrar la lista a diputados nacionales. El Papa había dicho que no quería ser utilizado electoralmente por políticos argentinos.

Una advertencia realizada por el Papa Francisco en coincidencia con este año electoral, fue obviada por el actual intendente de la ciudad de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, y su esposa Beatriz Ávila.
Francisco le había expresado a la Canciller argentina, Susana Malcorra, su negativa a recibir y fotografiarse con políticos de nuestro país que se postularan como candidatos en las próximas elecciones de octubre. Tras ese encuentro, que duró poco más de una hora, Malcorra había expresado: “hablamos del hecho que tenemos un año electoral, que siempre agrega una dimensión adicional de la Argentina y en ese contexto me dijo que siendo yo la canciller, era la última persona que recibía hasta que pasaran las elecciones”.
La canciller había enfatizado las aclaraciones sobre versiones de una visita del presidente Mauricio Macri al Vaticano. En ese sentido, había señalad que “con esto quiero poner fin a las especulaciones de la visita del Presidente Macri: primero nunca estuvo planeado que el Presidente viniera, tal cual salió en algunos medios, pero aparte de que no estaba eso en los planes, su Santidad fue claro en decirme que se va a mantener muy prescindente, muy al margen de todo este proceso, por lo cual de acá, hasta pasadas las elecciones, no va a tener ninguna visita oficial”.
Por ello, muchos de los que participarán en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), tomaron nota de la decisión de la máxima autoridad de la Iglesia Católica y se abstuvieron de concurrir a la Santa Sede para llevarse una fotografía que pueda favorecerlos electoralmente.

No ser “usado” por los políticos
Con ello, Francisco pretendía no ser utilizado, como ocurrió en muchas ocasiones anteriores, por los políticos. Bergoglio sabe cómo piensan la mayoría de quienes se dedican a la política en nuestro país.
Hasta allí todo estaba en orden y la decisión del Sumo Pontífice se respetaba a rajatabla, pero fue el intendente Alfaro y su mujer, quienes quebraron estas reglas de juego establecidas para el año electoral argentino. El matrimonio se trasladó a la sede pontificia y se fotografiaron con Francisco, a quien entregaron algunos presentes, pero en ningún momento le expresaron el deseo de Ávila de integrar la lista de candidatos a diputados nacionales por Tucumán. Esa omisión hizo que Francisco no sospechara nada. Tomó el encuentro como cualquiera de los que tiene con representantes de distintos gobiernos de todo el mundo, que lo visitan en el Vaticano.

Una lista encabezada por Cano
Lo que no se le dijo al Papa fue que desde el espacio Cambiemos, que en la provincia se denomina Acuerdo para el Bicentenario (ApB), se postularía una lista encabezada por el actual titular del Plan Belgrano, José Manuel Cano, al que secundaría la esposa del intendente capitalino, Beatriz Ávila. Según los trascendidos en lo que hace al armado de las listas que competirán para definir quiénes serán los que ocuparán los cuatro escaños que se encuentran en juego.
Más allá de que se vaya o no a las PASO en el ApB, hubiera sido positivo que se le informara al Papa Francisco sobre esta situación, antes de generar la consabida foto, que fue difundida en distintos medios y a través de las redes sociales.
Con esta omisión se “estafó” al Santo Padre en su buena fe, porque nunca se imaginó que uno de los visitantes provenientes de la “Ciudad Histórica” en donde se declaró la Independencia de nuestro país, tenía en mente la postulación a un escaño en la Cámara Baja argentina. Seguramente, si llega a los oídos de Francisco, éste se dará cuenta de que los políticos argentinos no cambian y que siempre tratarán de usarlo, algo que él no quería.

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