El mercado no logra suplir la demanda y hay demoras de varios meses para recibir una unidad. Por eso, los precios de lista pasan a ser orientativos, ya que el pago de sobreprecios se extendió.

La demanda por autos 0km se disparó en la Argentina desde que la brecha cambiaria saltó a niveles récord en medio de la emisión monetaria masiva de 2020 y se mantuvo en cifras altas desde entonces. Los dólares guardados en el colchón ganaron valor en comparación con los precios de lista y presionaron sobre el stock de concesionarias de todo el país, al tiempo que los límites a las importaciones pusieron tope a la oferta. A casi dos años de la pandemia, 6 meses de espera entre la compra y la recepción de una unidad no es algo fuera de lo común.

En ese contexto los precios de lista de los automotores pasaron a ser una referencia casi indirecta. Los sobreprecios, con los que los vendedores otorgan prioridad a un comprador por sobre otro, también se volvieron moneda corriente y el valor de un coche se ha vuelto difícil de precisar. Con todo, los precios de referencia que ofrece la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) pueden ser útiles al menos como punto de partida desde el cual empezar a presupuestar una compra.

Y con dólar paralelo encima de los $200, fuerte demanda y falta de unidades, los precios en pesos se dispararon bastante fuera del alcance de los ingresos en pesos de gran parte de los argentinos. Hoy, comprar una unidad 0km vale no menos de $2 millones, al menos en cuanto al precio de lista.

– Fiat Mobi: a partir de $2.058.500

Para adquirir el auto nuevo más barato de la Argentina se necesitan 64,3 salarios mínimos, y esto tomando en cuenta sólo el precio de lista. En 2011, el auto más barato costaba menos de $40.000 y se necesitaban 20 salarios mínimos.

– Toyota Etios: a partir de $2.059.000

– Chevrolet Joy y Joy Plus: a partir de $2.124.900

– Fiat Cronos: a partir de $2.171.900

– Renault Logan: a partir de $2.294.800

– Renault Sandero: a partir de $2.303.300

– Nissan Versa: a partir de $2.432.600

– Fiat Argo: a partir de $2.445.200

– Chevrolet Onix y Onix Plus: a partir de $2.462.900

– Toyota Yaris: a partir de $2.583.000

– Volkswagen Polo: a partir de $2.667.750

¿Por qué no se consiguen autos nuevos?

No hay una sola razón. Desde el sector, lo explican por varios factores que se suman para armar una “tormenta perfecta”: las restricciones cambiarias que limitan los cupos para el ingreso de autos importados, sobre todo desde Brasil; el problema global del faltante de microchips que impacta en varias industrias; una adelanto de la demanda de compradores que buscar destino para su excedentes de pesos o aprovechar la brecha cambiaria.

Esto se sintió en los datos de diciembre, que mostraron un fuerte retroceso en la cantidad de patentamientos en comparación con diciembre.

Con el patentamiento de 17.672 vehículos durante el mes de diciembre, el año 2021 cerró con ventas por 381.777 unidades, un 11,5 % más que en 2020, en el que se habían registrado 342.540, según los datos detallados por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara).

Las más de 17.000 unidades de diciembre representaron una baja del 14,4% interanual, ya que en diciembre de 2020 se habían registrado 20.647 unidades. Si la comparación es con el mes previo, en tanto, hubo una baja del 38.1%, ya que en noviembre de este año se patentaron 28.534 unidades.

Con 37.449 unidades a lo largo de 2021, el modelo Fiat Cronos -uno de los más económicos. fue el más vendido del año en la categoría de automóviles y vehículos comerciales livianos. En tanto, las empresas que vendieron más unidades fueron Toyota, con 73.567 vehículos y una participación del 20,7% del total del mercado, seguida por Volkswagen (55.457 unidades y 15,6%) y Fiat (50.377 unidades y 14,2%).

“Completamos el 2021 con 381.777 patentamientos; y si bien son 68.223 unidades menos que las proyecciones de las 450.000 iniciales, es una cifra que no es menor y que nos lleva a destacar el enorme esfuerzo hecho por toda la cadena de valor para responder una demanda que ha sido muy fuerte durante todo el año”, explicó el presidente de Acara, Ricardo Salomé.

“Específicamente en nuestra actividad, ha sido realmente épico haber podido dar respuesta desde nuestros concesionarios, muchos meses con locales semivacíos, a los clientes que adquirieron sus vehículos, con los problemas de abastecimiento que hemos tenido. De todas formas, es el momento de mirar para adelante, siendo positivos y esperanzados de que vamos a un 2022 con un crecimiento de un mínimo de un 5% para poder sobrepasar los 400.000 vehículos”, agregó.

 

 

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