Resultados de las Pruebas PISA dejaron un sabor amargo: más de la mitad de los chicos argentinos está en los niveles más bajos en lectura, matemática y ciencias. La educación argentina cayó con respecto a la región. De 10 naciones latinoamericanas que participan, Argentina está en el séptimo puesto.
El lanzamiento de una nueva edición del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA) mostró lo que ya venían anticipando otras pruebas: la educación argentina está estancada. Incluso perdió terreno en el plano regional.
PISA evalúa cada tres años a alumnos de 15 años en tres áreas: lectura, matemática y ciencias. La buena noticia para Argentina volvió a llegar de la mano de lectura, donde tuvo una pequeña mejora. La mala, otra vez, vino desde el lado de matemática con una caída considerable. Mientras que en ciencias naturales se mantuvo estable.
La comparación se da con la prueba de 2012. En la pasada edición, la del 2015, Argentina fue eliminada del ranking por anomalías en la muestra de estudiantes que rindió el examen. La propia OCDE aclara en el informe que los resultados “no son comparables” a los de tres años atrás.
En total, entre países y ciudades, participaron 79 sistemas educativos. Más allá de los recaudos que se deben tomar al comparar países desarrollados con no desarrollados, con sistemas muy variados y un sinfín de particularidades, los números fríos dicen que Argentina se ubica en el puesto 63 en lectura, en el 71 en matemática y en el 65 en ciencias.
Por realidades económicas más cercanas, donde sí la comparación cobra más fuerza es a nivel latinoamericano. Y allí también se ve que a medida que pasan los años Argentina queda más relegada. Entre los diez sistemas educativos evaluados está séptimo en lectura y ciencias, y octavo en matemática. Chile, Uruguay, México y Costa Rica son los que se destacan, aunque, claro, siempre por debajo del promedio de los países de la OCDE.
La edición 2018 puso el foco en lectura. Los chicos argentinos lograron un promedio de 402 puntos; una mejora de cinco unidades respecto a 2012. No obstante, el 52,1% de los estudiantes se encuentra en el nivel 1 o incluso debajo, lo que implica que solo pueden hacer las tareas más simples: comprenden los datos explícitos y las relaciones evidentes de los textos.
En matemática, los alumnos alcanzaron solo 379 puntos en promedio; 8,9 puntos menos que en 2012. El 69% de ellos solo pueden resolver los problemas básicos, aquellos que requieren procedimientos rutinarios. Dentro de ese porcentaje, el 40,5% está por debajo del nivel 1, es decir, sus conocimientos son menos que incipientes.
fuente:infobae