El gobierno de Evo morales decidió adecuar su normativa para garantizar la reciprocidad.
Las diferencias entre los gobiernos de Argentina y de Bolivia por la atención médica a no residentes extranjeros motivó un gesto del gobierno de Evo Morales, que decidió rectificar su postura.
“Anunciamos que se hará una adecuación de nuestra norma interna para otorgar atención en reciprocidad para que ciudadanos argentinos gocen de los mismos derechos que los bolivianos en nuestro territorio”, dijo el canciller boliviano Fernando Huanacuni en una rueda de prensa.
En ese sentido, una comisión especial boliviana se trasladará a la Argentina para entablar un diálogo sobre el tema. Desde La Paz instaron a que la propuesta de cobrarles a los extranjeros por los servicios de salud y educación sea analizada por la vía diplomática.
“Nos hemos comunicado entre cancillerías de ambos países para encauzar el tratamiento de este asunto por la vía diplomática y los mecanismos establecidos para tal efecto; en este sentido, se ha conformado una misión especial que a la brevedad posible se trasladará a Argentina para dialogar sobre el tema”, agregó el canciller.
Respecto al estado de la relación bilateral, el ministro boliviano aclaró: “Despejamos dudas sobre la supuesta tensión entre nuestros gobiernos en la misma línea que lo dijo el canciller argentino, afirmamos que existe un buen nivel de diálogo en la relación bilateral entre ambos países”.
Asimismo, la cancillería de Bolivia negó que recibiera un proyecto de convenio para la asistencia recíproca, pero enfatizó que “se encuentra dispuesta a analizar cualquier propuesta en el marco de los mecanismos pertinentes”.
El cambio de postura del gobierno boliviano coincide con el anuncio del encuentro que mantendrán Morales y el presidente Mauricio Macri en Buenos Aires durante los primeros días de abril. Encuentro que tendrá como objetivo primordial bajarle el tono al conflicto y avanzar hacia acuerdos bilaterales.
El embajador argentino en Bolivia, Armando Álvarez García, adelantó a Infobae que las cancillerías de ambos países se pusieron a trabajar para “bajar los decibeles” al contrapunto.
fuente. infobae