El especialista César Litvin elaboró una lista de 10 propuestas para aliviar la carga impositiva a las empresas en medio de la cuarentena obligatoria. La prioridad es que paguen los suelos, dijo. Moratoria para más deudas y más empresas, postergación de vencimientos y mayores deducciones de Ganancias a quienes no despidan personal.
El borrador de una prórroga de la moratoria impositiva, que circula entre funcionarios y extendería el plazo para que empresas pequeñas y medianas se adhieran, es insuficiente dado el golpe que sufrió la economía real luego del decreto que ordenó la cuarentena obligatoria para intentar contener al coronavirus Covid-19. Eso es así porque las facilidades vigentes se aplican a deudas contraídas hasta el 30 de noviembre, mientras que el parate económico actual genera que empresas grandes y chicas por igual tengan problemas para pagar hoy.
El análisis pertenece al tributarista César Litvin, de Lisicki Litvin & Asociados, quien señaló en diálogo con Infobae que el freno a la economía que supusieron las medidas de aislamiento social preventivo y obligatorio ponen en riesgo no sólo la capacidad de las empresas para pagar los impuestos, sino también los salarios.
“Los contribuyentes son los que con sus impuestos sostienen al gasto público. Si cada vez hay menos o están cada vez más raquíticos, más difícil es que puedan aportar al funcionamiento del Estado”, dijo Litvin. “Unos 80 países alrededor del mundo tomaron estas medidas como resultado de la pandemia y en la Argentina todavía no lo hicimos, lo que se necesita es inyectar dinero prorrogando impuestos”, agregó.
Litvin hizo pública una serie de propuestas para que las empresas puedan gozar de alivios impositivos ante los efectos económicos de la crisis sanitaria, bajo la lógica de que es el momento de aliviar la presión impositiva para tratar de impulsar a la actividad económica, golpeada por la cuarentena. Y conversó con Infobae respecto a ellas.
“La emisión monetaria que se necesite en el corto plazo para sostener al fisco es un mal menor en comparación con dejar morir a las empresas, porque son contribuyentes que dejan de aportar y el resultado fiscal va a terminar siendo peor”, añadió el especialista, quién explicó el cómo y el porqué de su decálogo para salvar empresas y empleos.
10 medidas de emergencia
1 – Postergación de todos los vencimientos impositivos y previsionales de Nación, Provincias y Municipios hasta el 31 de julio de este año, con condonación de intereses y sanciones.
“Esto es vital para que las empresas no tengan que tocar la caja en estas semanas para pagar impuestos, porque lo que tienen que privilegiar en estos momentos es el pago de salarios”, dijo.
2 – Ampliación del alcance de la actual moratoria a todos los contribuyentes (no solo para las pymes), extendiendo el plazo a las deudas vencidas al 31 de marzo próximo.
“Circula una iniciativa del Gobierno para extender el plazo para adherirse a la moratoria impositiva lanzada en diciembre hasta el 30 de junio, lo que está muy bien, pero que a mi entender es insuficiente. Porque aunque dé más tiempo para adherirse, la moratoria se aplica sobre deudas hasta el 30 de noviembre del año pasado, que son historia antigua. Hay que aplicarlo a deudas hasta el 31 de marzo porque ahora es cuando está el problema y, además, hay que extenderlo a todos los contribuyentes grandes y pequeños”, comentó Litvin.
3 – Suspensión de las fiscalizaciones presenciales hasta el 30 de septiembre de 2020; solamente podrán ser efectuadas de manera remota.
“La mayor parte de las empresas está trabajando en forma remota, sobre todo en administración, y en este contexto la continuidad de las fiscalizaciones presenciales hace que ese esquema se tenga que desarmar convocando al personal a la empresa”, dijo Litvin.
4 – Ampliar el alcance de la repatriación de activos en el exterior a los efectos del impuesto sobre los Bienes Personales para ser destinados a la adquisición de inmuebles, de bienes de uso o donaciones a la Cruz Roja destinadas a equipamiento sanitario (respiradores , medicamentos, tecnología).
“La posibilidad de repatriar el 5% de las tenencias en el exterior para reducir la alícuota que se paga por Bienes Personales está muy limitada en sus destinos. Hoy sólo se puede vender en el mercado de cambios, algo muy poco atractivo por la brecha cambiaria, dejar en una cuenta especial hasta fin de año y colocarlo en un fondo común de inversión, de los cuales hay muy pocos”, explicó Litvin.
“Permitir que se destine a inmuebles o a activos fijos en las empresas puede ayudar a impulsar la economía, y también sería el momento de permitir también que tenga como destino donaciones para el combate al Covid-19”, señaló
5 – Deducción especial en el Impuesto a las Ganancias de los sueldos totales abonados, equivalentes a: a) 300% para empresas que mantienen la nómina salarial; b) 200% para empresas que reducen solo el 10% de la nómina; c) 100% para empresas que reducen solo el 20% de la nómina.
“Aumentar la posibilidad de deducir salarios del Impuesto a las Ganancias es un estímulo al empleo en momentos en los que está en duda”, señaló el especialista.
6 – Permitir la deducción de las donaciones sin tope destinadas a fines sanitarios, hospitalarios, comedores y victimas del coronavirus.
“Hoy se puede deducir hasta el 5% de la ganancia neta por donaciones, en esta coyuntura tan especial es el momento de permitir que no haya tope, sobre todo si van destinadas a la lucha contra la pandemia”, comentó.
7 – Establecer la amortización acelerada en el Impuesto a las Ganancias de los bienes del activo fijo, en un solo ejercicio (excepto los automóviles).
“Una de las necesidades del momento es impulsar la economía, sin embargo cuando alguien invierte en un bien de capital como una máquina, software o tecnología, tiene que dividir en 10 años la amortización de la inversión. Esto es un incentivo para la actividad que ya tuvo un antecedente cuando Roberto Lavagna era ministro”, comentó Litvin.
8 – Aumento del mínimo no imponible de las contribuciones patronales, hasta $30.000 por cada trabajador.
“El mínimo no imponible, en números redondos, es de $8.000 y en algunas actividades muy específicas puede llegar a $17.000. Con buena parte del empleo del país en negro, esto puede ser un incentivo para formalizar al personal”, agregó el contador.
9 – Permitir el cómputo del 100% del ajuste por inflación en un solo ejercicio fiscal.
“Esta es una vieja necesidad de las empresas, porque hoy el que tiene una pérdida por inflación la deduce en 6 años, y se licúa totalmente. Al menos por un año se podría liberar al sector privado de esa carga”, dijo.
10 – Aumento del mínimo no imponible de Ganancias para trabajadores solteros a $ 80.000, y para los casados con dos hijos a $100 mil. Equiparación de las deducciones personales con los autónomos.
“El sentido de esta última propuesta es poner más dinero en el bolsillo de los empleados, para que impulse la actividad. Que llegue al bolsillo del trabajador”, concluyó.
fuente. infobae