Por Hipólito Alvarado* para Diario Cuarto Poder / Un juego de maestros. La presentación del libro “Edgardo H. Berg”, de Fabián Soberón, superó todas las expectativas. El autor develó en un interesante diálogo, la génesis y la construcción ficcional con un hombre de carne y hueso.
Un libro escrito desde un nombre real
Cuando Fabián Soberón presentó, en modalidad virtual, siete de los catorce cuentos que componen el cuerpo de su libro “Edgardo H. Berg”, el verdadero poseedor del nombre bromeó con demandarlo, pero la historia viene de mucho tiempo atrás.
El autor lo contó en su presentación de la noche del viernes, en el marco del Mayo de las Letras, cuando dijo que conoció al Edgardo H. Berg “de carne y hueso” en un congreso realizado en 2004 ó 2005 en la Universidad de La Plata.
Comentó que hubo una sintonía en cuanto a teorías filosóficas y pensamientos comunes, que fueron forjando una gran amistad entre ambos con posteriores encuentros, incluso en Mar del Plata, en donde reside y trabaja Berg.
Video fragmento de la presentación de “Edgardo H. Berg”, de Fabián Soberón
Ya estuvo en “La conferencia de Einstein”
Respecto del uso ficcional de Berg, Soberón recordó: “se me ocurrió que su apellido y tronco familiar podía trabajarse para la construcción de un personaje de ficción. Le pedí autorización y se transformó en el profesor Berg de La conferencia de Einstein“.
Es por ello que “ya hubo un diálogo literario” entre ambos. Ello se profundiza en el cuento “El gordo”, con el cual Soberón fue finalista del concurso Clarín. El relato se articula a través de un personaje, Arturo Serna y se refiere a John William Cooke.
“Abordé la faceta más oscura de John William Cooke, mostrándolo como un cocainómano y adicto al juego”, afirma Soberón quien antes de hacerlo leyó dos biografías del personaje. Esto le trajo simpatías y también críticos, a quienes no les cayó bien.
Una carta, un motor para la publicación
Sobre el cuento “El gordo”, que es el primero que abre el juego de este libro de enmascaramientos y ficcionalizaciones, que se ríen abiertamente del realismo concebido como un reflejo puro, está el autor y su concepción literaria.
Soberón señala que una carta de una militante peronista que supo ser directora de Canal 10, en la que le exigía que sacara de circulación ese relato, fue lo que realmente se transformó en un motor para la publicación.
“Lo hizo obnubilada sin caer en cuenta que estaba leyendo un cuento y no un relato testimonial o una crónica. Esa situación me llevó a pensar en los efectos que tiene la ficción en la realidad”, sostuvo el autor ante el numeroso público presente.
Un diálogo que fue acercando el texto
El autor tucumano fue presentado por el representante de Editorial La Papa, Pablo Donzelli, a quien luego agradeció por instarlo a escribir este libro. Soberón estuvo acompañado por Jorge Brahim, con quien mantuvo un diálogo sobre la obra.
Soberón fue develando el juego de máscaras que aplica a la ficcionalización y en el que se maneja con gran maestría. En ese diálogo, que fue un deleite para los presentes, se fueron desarrollando las temáticas del libro.
El Edgardo H. Berg que se construye sobre bases reales, finalmente se multiplica en facetas que no le son propias al profesor de la Universidad de Mar del Plata, en una estética propia y original del autor, que seguramente muchos querrán imitar.
El propio Edgardo H. Berg en primera persona
“¿Qué hay en un nombre? ¿Qué se esconde detrás de un nombre? Edgardo H. Berg es el último libro de cuentos de Fabián Soberón; y con el libro, Soberón explora, experimenta los posibles narrativos de una vida”, afirma el propio Edgargo H. Berg.
“Y cruza todos los registros posibles, todos los géneros; de lo biográfico a lo autobiográfico, de lo autobiográfico al policial, del policial a la ficción crítica o teórica”, sostiene Berg sobre la variedad de recursos que maneja el autor.
“Con el libro Fabián Soberón nos vuelve a decir que toda biografía, es tan real como ficticia, tan imaginaria como testimonial. Y quizás este último libro de Soberón sea un libro por hacer, un relato futuro. Fabián Soberón: un clown o un histrión en la escena de la escritura”.
Los aplausos finales, en la carpa del Ente de Cultura de la provincia, fueron el resultado de una presentación que despierta la curiosidad y siempre deja interrogantes. Como dice el autor, quizás detrás de la última máscara está el vacío.
*Columnista y crítico literario
Dibujo: Nuria Lares Carrillo