Los carnavales en febrero son un clásico del verano argentino. Las comparsas, carrozas, corsos, música y mucho baile formar parte del momento más esperado durante todo el año, y se combinan con el paisaje de cada lugar turístico. Desde las playas del Litoral, hasta los escenarios impactantes del norte: hay múltiples opciones para disfrutar.
“Además de la variedad de los atractivos naturales de nuestro país, los festivales permiten disfrutar a los destinos de cada región de una manera distinta y colorida”, señaló al respecto el ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos.
Por un lado, los carnavales litoraleños, como el de Gualeguaychú en Entre Ríos, se viven a puro color, plumas y música. Este es el Carnaval del País, reconocido nacional e internacionalmente, donde miles de personas por noche bailan al paso de las comparsas Ará Yevi, Kamarr, Marí Marí, O’Bahía y Papelitos. Las clásicas batucadas se encargan de marcar el ritmo: marchan formaciones de casi mil integrantes, con disfraces de plumas y lentejuelas. Durante esta temporada lo harán todos los sábados del 4 al 25 de febrero, además del domingo 26 como fecha de cierre.
Muchos puntos de Entre Ríos celebran el carnaval, entre ellos Gualeguay, que espera todos los sábados de enero y febrero, en un espectáculo de tres comparsas (K-arumbay, Sambá Verá y Sí- sí) con 200 artistas en escena, plumas, brillo y batucadas.
Corrientes es otra provincia que festeja, ya que se considera la Capital Nacional del Carnaval: la fiesta en la ciudad se vive a pleno durante varias noches del 3 al 28 de febrero. Entre los atractivos desfilan las comparsas Ara Berá, Arandú Beleza y Sapucay (con unos 600 integrantes cada una) y las agrupaciones musicales Imperio Bahiano, Kamandukahia Sambanda, Samba Show y Samba Total.
Más al norte del país se presentan los carnavales de Jujuy, un sitio que ofrece una enorme variedad. El de la Quebrada de Humahuaca es uno de los más antiguos, y el de las Yungas que se consolida año tras año.
Antes del carnaval se puede disfrutar del jueves de compadres (este año es el 16 de febrero en Tilcara, Maimará, Abra Pampa y La Quiaca) y el de comadres (23 de febrero en La Quiaca, Tilcara, Maimará, Huacalera y Abra Pampa). La fiesta empieza con el”Desentierro del Pujllay”: toda la comparsa, con trajes típicos entre los que abundan los diablitos, máscaras, lentejuelas y espejos, comienza a peregrinar por las calles del pueblo. Hay baile y música con instrumentos autóctonos; harina, talco y serpentinas para tirar entre todos los presentes. El festejo termina el Domingo de Tentación con el “entierro del Pujllay”.
Muy cerca de allí aparece Salta para brindar sus famosos corsos de disfraces, las carpas salteñas y todos los rituales que acompañan, en especial el Encuentro de Integración Cultural y Provincial del Carnaval Andino, en la Puna.
En los corsos de disfraces las comparsas presentan cajeros, brujos y gorros mayores que bailan al ritmo de cajas, tumbadoras y silbatos. Este año se realizan todos los fines de semana hasta el 28 de febrero. Los más multitudinarios son los corsos de Flores en Cerillos, ubicado a 16 km de Salta, y los de Orán y Tartagal.
Las carpas de carnaval son reconocidas por ser una gran fiesta en toda la provincia, donde suena la música, hay topamientos y juegos con serpentina, agua y pintura. Con fecha de finalización el 20 de febrero, continúan con el encuentro de comadres el 23, viernes de comadres el 24 y el Carnaval Grande que abarca del 25 al 28.
En La Rioja, los famosos topamientos de agua, harina y albahaca son uno de los símbolos que distinguen a la Chaya riojana. Durante todo febrero se puede escuchar el sonido de las cajas chayeras y encontrar caras cubiertas de harina y pintura, acompañado por los inevitables chorros de espuma. Del 9 al 13 se realiza la Fiesta Nacional de esta celebración que tiene su origen en rituales para agradecer a la Pachamama.
La fiesta sigue en muchos destinos del país. En febrero también hay carnavales en distintas localidades formoseñas, con las clásicas batucadas y comparsas. También en Santa Fe, con una propuesta que incluye murgas, comparsas, batucadas, recitales y desfiles. Los carnavales de Chaco esperan con música, baile y trajes espectaculares en puntos como Villa Ángela, General San Martín y Juan José Castelli. Por último, el carnaval de Lincoln -provincia de Buenos Aires-, cuenta con un atractivo clave: las carrozas y los famosos “cabezudos”, realizados por los habitantes del lugar.
“Tenemos carnavales en muchos lugares que, además de sumar festejos y encuentros, generan movimiento turístico y aportan a las economías regionales”, conluyó el ministro Santos.