El argentino remontó dos sets para igualar el partido y forzar un quinto, pero allí el croata no falló: finalmente se llevó el primer punto de la serie por 6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2, a continuación, Juan Martín del Potro juega contra Ivo Karlovic; TV por TyC Sports y la TV Pública.


Federico Delbonis rozó hoy la hazaña en el primer punto de la final de la Copa Davis ante Croacia en Zagreb, pero finalmente se inclinó ante un imponente Marin Cilic, vencedor por 6-3, 7-5, 3-6, 1-6 y 6-2 para que Croacia se adelante 1-0 en la final.

Juan Martín Del Potro busca a continuación equilibrar las cifras midiéndose al local Ivo Karlovic, al que venció cuatro de las cinco veces que lo enfrentó, la última de ellas hace pocas semanas en Estocolmo.

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Entre 3.000 y 4.000 hinchas argentinos coparon el Arena Zagreb de la capital croata para alentar a un equipo que busca poner fin a la historia de derrotas en finales de la Davis: la Argentina llegó cuatro veces a la definición y perdió las cuatro, algo que no le sucedió a ningún otro país.

Cilic dejó su hotel hoy a las 10.17 entre pedidos de fotos con hinchas croatas y argentinos. Cuatro horas más tarde, a las 14.09, conectó un saque ganador a 212 kilómetros por hora para marcar la tónica del partido: él mandaba, en tanto que Delbonis corría y hacía lo que podía.

Y no podía mucho el argentino, que había caído con facilidad ante Cilic en sus dos enfrentamientos anteriores: los recursos tenísticos del número seis del mundo son superiores a los de Delbonis, 41 de la clasificación.

En los dos primeros parciales, el jugador de Azul dio todo lo que tenía, su entrega fue inobjetable, pero también insuficiente para emparejar el nivel del croata, dueño de golpes planos, fáciles y contundentes.

Ante la creciente certeza de que no habría sorpresas en ese primer punto, una parte apreciable del estadio encontró ya avanzado el segundo set otro foco de entretenimiento: Diego Maradona.

El ex futbolista había prácticamente inaugurado el estadio hoy, porque se ubicó en un palco junto con su pareja, Rocío Oliva, 70 minutos antes del inicio de la final. La imagen era impactante: 15.000 mil butacas vacías y dos ocupadas por Maradona y acompañante.

“Estoy a muerte con el equipo. Esta vez se les da. Estoy tranquilo, ya hablé con Delpo. Me voy a quedar hasta la última pelotita, si me voy antes, soy un boludo”, dijo apenas entró.

Abajo, en la cancha, Cilic seguía mandando, porque quebró el saque de Delbonis para adelantarse 6-5 y llevarse poco después el segundo set.

Todo indicaba que nada cambiaría en el tercero, pero entonces Cilic perdió concentración y nivel mientras Delbonis subía en ambos apartados.

En poco más de media hora, Cilic pasó de estar para rematar el partido a perder el tercer set y verse 4-0 y 5-1 abajo en el cuarto. Los tiros de Delbonis habían ganado profundidad y pimienta, su tenis, confianza y audacia.

El deporte y la Davis ofrecen a veces las historias más inesperadas. Hoy estuvo muy cerca de ser el caso. Cilic estrelló un smash sencillo en la faja y Delbonis se llevó el cuarto set por 6-1. La Argentina estaba en una situación mucho, pero mucho mejor de la que se podía imaginar: si las cosas seguían como estaban, Delbonis ganaría el partido.

Cilic se fue al vestuario para intentear resetear su sistema operativo. Perder ese quinto set en casa, ante su público, era algo que no se podría perdonar en mucho tiempo.

Y no sucedió: el número seis del mundo regresó mucho más parecido al jugador de los dos primeros sets e impuso toda la jerarquía y potencia de su tenis para quebrar a un Delbonis que seguía subido a una ola de adrenalina, pero que cometió errores clave que le costarían el set y el partido.

No logró ganar, es cierto, pero Delbonis cumplió de sobra con el segundo objetivo: cansar a Cilic, que jugará tres puntos, y sembrar la duda en su mente.

Fuente: La Nación

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