A cinco años de la causa que revolucionó el mundo del fútbol, parte de las pruebas que confirmaron la estructura de sobornos en la casa madre del fútbol.
Al cumplirse cinco años de la redada en el hotel Baur Au Lac de Zurich, donde fueron detenidos varios de los dirigentes sudamericanos envueltos en el escándalo del FIFA Gate en un operativo conjunto de la seguridad suiza y el FBI, en la llamada “Operación Darwin”, siete de los involucrados son nacidos en la Argentina, el país con más protagonistas comprometidos en una mega causa de sobornos de empresas mediáticas a ex dirigentes de la Conmebol para quedarse, a bajo precio, con derechos de televisación de distintos torneos como Mundiales o Copas América hasta 2023.
Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos y Competencias (ahora Torneos), que vendió sus acciones y pagó un total de 31,6 millones de dólares (20 millones de fianza para la prisión domiciliaria en Nueva York y luego otros 10 para no seguir utilizando la tobillera electrónica), se encuentra a la espera de ser juzgado por el Tribunal a cargo de la jueza Pamela Chen. Aceptó, con el correr del juicio, colaborar con la causa con la esperanza de que de esta forma disminuya su condena.
Hugo Jinkins y su hijo Mariano, accionistas de la empresa “Full Play”, se encuentran en Buenos Aires después de que el fallecido juez Claudio Bonadío negara su extradición a los Estados Unidos y les concediera la libertad a condición de que no se alejen a más de 60 kilómetros de la sede del juzgado y de no ausentarse por más de 24 horas sin dar aviso al Tribunal.
El ex secretario general de la Conmebol, Eduardo Deluca, dirigente de Defensores de Belgrano y estrechamente vinculado al fallecido presidente de la AFA Julio Grondona, se encuentra bajo arresto domiciliario desde fines de 2015, inhabilitado de por vida para ejercer cargos en el mundo del fútbol dependiente de la FIFA. Tal como ocurrió con los Jinkis, Bonadío negó su extradición a los Estados Unidos.
José Luis Meiszner, abogado, quien tuvo a su cargo la Copa América 2011 jugada en Argentina, llegó a ser secretario ejecutivo de Grondona en la AFA, además de que el estadio de su club, Quilmes, fue designado con su nombre hasta que en agosto de 2016, las autoridades decidieron volver a llamarlo “Centenario”. También fue inhabilitado de por vida para ocupar cargos en el ámbito del fútbol de la FIFA y en febrero de 2018, el juez Luis Armelia denegó un pedido de extradición a los Estados Unidos. Estuvo en prisión domiciliaria desde diciembre de 2015 pero en 2016 fue liberado.
José Margulies, argentino residente en Brasil, formó parte del entramado de corrupción representando a la empresa Traffic, junto al fallecido José Hawilla. A comienzos de este año fue condenado a dos años en libertad condicional, para lo que tuvo que pagar una multa de 9,2 millones de dólares.
Hernán López era, junto al mexicano Carlos Martínez, uno de los dos ejecutivos de mayor rango en Fox Sports y según el departamento de Estado de los Estados Unidos, utilizaron sobornos para valerse de los derechos de la Copa Libertadores para su empresa y esperan el fallo en sus casos.
ESCUCHA 1:
Esta es la última escucha telefónica conocida a raíz del caso del banco israelí Hapoalim, que decidió colaborar con la causa al reconocer que gerentes de la entidad estuvieron involucrados en los pagos de sobornos desde las empresas mediáticas a ex dirigentes de la Conmebol.
Diálogo entre el llamado “Co-Conspirador número 1” para la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York (uruguayo, gerente y durante los meses de verano jefe de la sucursal de Punta del Este en el Banco Hapoalim de América Latina, BHAL que sabía que a través de esta entidad se pagaban sobornos a dirigentes del fútbol sudamericano desde esas cuentas) y su esposa, ocurrido el 27 de mayo de 2015 y hacen referencia a Hugo Jinkis, empresario argentino de “Full Play” y a Eugenio Figueredo, uruguayo, ex presidente de Conmebol (2013-2014) y de la Asociación Uruguaya de Fútbol (1997-2006), procesado en diciembre de 2015 por delito reiterado de estafa en reiteración real con delito continuado de lavado de activos en Uruguay.
Esposa: – Hola
CC1: – ¿Qué pasa?
E: – Hola
CC1: – Estoy jodido
E: – ¿Qué?
CC1: – Estoy jodido
E: – Ufff
CC1: – Escuchá
E: – Te estoy escuchando
CC1: – ¿Viste lo que te decía? Hoy estuve mirando una cosa de la FIFA (no se puede discernir), ¿verdad?
E: – No, vos dijiste… Escuché que demandaron a seis.
CC1: – Sí, seis de la FIFA
E: – Para…
CC1: – Eugenio Figueredo (no se puede discernir)
E: – Sí
CC1: – Y el que está atrapado en el desastre es Hugo.
E: – ¿En serio?
CC1: – Y… Como hubo escuchas telefónicas, el gobierno de EEUU y… ¡podés imaginar! Salió en las noticias, no sé en qué diario él y el (no se puede discernir)
E: – ¿Con sus nombres?
CC1: – Con los nombres
E: – Noooo
CC1: – Entonces, me parece que me voy a dedicar a mi rancho
E: – Sí, pero la culpa… Él no está involucrado en este gran desastre
C1: – En el lavado de dinero, sí. En ayudar al lavado de dinero, de alguna manera porque es… Digamos que están acusados de corrupción, de recibir sobornos.
E: – Sí
CC1: – Y los sobornos fueron dados por (no se puede discernir)
E: – Ahhhh
CC1: – Parte de los sobornos, ¿verdad?
E: – Por supuesto, sí, porque dijeron allí que era, incluyendo cosas, lo que era ¿eso? Las crónicas también
CC1: – ¿Tan pronto?
E: – Hmmmmm
CC1: – Te advertiré que ayer mismo, el departamento de Cumplimiento de Suiza, después de tres meses, autorizó el embargo de un cuenta vinculada a la FIFA.
ESCUCHA 2
Cena de José Hawilla (ya fallecido, dueño de la empresa brasileña “Traffic”) y José María Marín, presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), el 30 de abril de 2014 (la Fiscalía de Nueva York se la hizo escuchar en el juicio al empresario de derechos de TV):
Marín fue electo presidente de la CBF en marzo de 2012, a poco más de dos años del Mundial que Brasil organizaría, y debido a la inesperada renuncia de Ricardo Texeira, ex yerno del ex presidente de la FIFA y también brasileño, Joao Havelange. Marín asumió porque era el más anciano del directorio de la CBF, como indica el reglamento de la entidad.
Antes del FIFA-Gate, Hawilla ya había sido sorprendido en mayo de 2013 en Miami Beach, cuando agentes del FBI llegaron al lujoso hotel Mandarín y lo despertaron para preguntarle si pagaba sobornos a dirigentes del fútbol sudamericano para obtener beneficios en los derechos de TV de distintas competencias futbolísticas. El empresario brasileño lo negó, pero al poco tiempo fue arrestado por obstrucción a la Justicia y entonces decidió cooperar para destapar la trama de corrupción, colocándose secretamente un grabador que registrara los diálogos con sus pares acerca de lo investigado.
José Hawilla: – Hemos arreglado todo
José M. Marín: – Sí, estamos hablando de todo. Sí, con ellos. La conversación con ellos ha ido muy bien. Ha sido muy bueno (…) Hemos arreglado todo (Hawilla le había preguntado si ya había arreglado los sobornos de la Copa América con los ejecutivos de “Full Play” de Hugo y Mariano Jinkis, y Torneos). Marín dice entonces que también “arreglaron” pagos con la empresa “Klefer”, del brasileño Kleber Leite, por los derechos de la Copa de Brasil, que se los repartía con su socia “Traffic”.
Luego, Marín le pide a Hawilla que lo ayude a saber cuánto está recibiendo exactamente en sobornos y qué pasa que el dinero todavía no llegó.
JMM: -Sí, eso es lo que quiero (…) que me des esa información. Marín es así.
JH: -¿Es necesario dar a Ricardo un millón? Dime (acerca del soborno de un millón de reales anuales (450.000 dólares) por la Copa de Brasil, aunque Texeira ya no presidía la CBF.
JMM: -Creo, y presta atención, lo que ya hemos hecho y lo que estamos haciendo, mierda. Ya es hora de que venga para nosotros, ¿cierto? (las evidencias demostraron que por la Copa de Brasil, además del millón de reales para Texeira, otro millón se lo repartían Marín y el vicepresidente de la CBF, Marco Polo Del Nero).
José Hawilla, quien enfrentaba una posible condena de 80 años de prisión, acabó firmando un acuerdo de cooperación con la Fiscalía de Nueva York en diciembre de 2014 aunque ya en mayo de 2013 había acordado verbalmente cooperar con el FBI, pese a lo cual, un mes más tarde pagó 10 millones de dólares en sobornos de la Copa América, como parte de la empresa Datisa en la que se asoció con “Full Play” de los Jinkis, y “Torneos”.
Cuando fue interrogado en la Corte por este procedimiento, Hawilla manifestó que se trató “de un error”.
ESCUCHA 3
Ya como topo del FBI, José Hawilla (que graba la conversación) dialoga con el ex CEO de “Torneos”, Alejandro Burzaco, quien, acompañado por Mariano Jinkis, de “Full Play”, le cuenta cómo sería la distribución de las coimas pagadas por ellos para obtener los derechos de transmisión. Cuánto para cada dirigente y cuánto para cada presidente. Cuando se hace referencia al “presidente honesto” es por Sebastián Bauzá, ex titular de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y actualmente, secretario de Deportes del Uruguay, que nunca aceptó los sobornos.
AB: -500 mil dólares al secretario general y un millón y medio para siete presidentes.
JH: -¿Para los siete?
AB: -Siete presidentes, un millón y medio. Porque hay un país al que no le damos nada.
JH: -¿Por qué?
AB: -Porque es honesto y ahora lo acaban de echar.
MJ: – Acaban de expulsarlo porque es el único.
AB: – Entonces, nunca le dimos nada. Eso nos lo ahorramos.
ESCUCHA 4
Alejandro Burzaco y Hugo Jinkis (“Full Play”) dialogan con José Hawilla quien les consulta qué puede pasar si los descubren.
JH: – ¿Quién puede salir perjudicado?
AB: -¿Qué querés decir?, ¿con este contrato? ¿Con este asunto? Todos.
JH: – ¿Quién puede verse perjudicado con esto? ¿Alguien? ¿Conmebol puede sufrir algún perjuicio?
AB: -Todos podemos ser perjudicados. Todos. Mañana viene un agencia de lavado de dinero de Buenos Aires, o de Brasil, o de la DEA, y dicen “¿qué son esos pagos? Eso no tiene consistencia”. Y comienza a rastrear… Vamos todos presos. Todos, todos. Él, vos…
HJ: -Es el riesgo de nuestro negocio.
fuente: infobae