El Santo Padre lo afirmó en la tradicional homilia de Nochebuena y recordó la importancia de la niñez.
Durante su tradicional homilia de Nochebuena, el papa Francisco pidió este sábado a los 1.200 millones de católicos en el mundo que tengan compasiónpor los niños abandonados a su suerte en esta Navidad.
“Dejémonos interpelar por los niños que, hoy, no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen (…) en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes” pidió Francisco.
El Papa además dijo: “Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas”.
El pontífice, haciendo gala una vez más de su crítica almaterialismo, exigió igualmente a los católicos que eviten el egoísmo, cuando la “Navidad es una fiesta donde los protagonistas somos nosotros en vez de él; cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado”.
El domingo pronunciará su tradicional mensaje de Navidad urbi et orbi.
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