Dice que compró todo eso con su dinero. El jueves pasado fue apartado del Consejo
de la Magistratura.
Cuatro Mercedes Benz. De varios modelos, nuevos y más viejos. Un Unimog, el que la marca alemana sacó al mercado en 1963. Un Porsche 912, blanco, fabricado en 1968. Un jeep Ika-Renault. Una camioneta Ford Ecoport Titanium. Un yate. Un velero. Un jet ski. Cuatro cuatriciclos. Veintiocho propiedades. Una de ellas es una mansión ubicada justo enfrente la Quinta de Olivos. El dueño de este patrimonio millonario debe impuestos de la gran mayoría de todos estos bienes. Constan en su última declaración jurada. Aunque algunos de ellos fueron detectados en la rendición del patrimonio que hizo su ex esposa: aun los comparten a pesar de haber roto la relación conyugal, pero él no los había inscripto como propios. Piedra libre.
El protagonista de esta historia es Eduardo Freiler, apodado“Chiche”, uno de los jueces de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. El jueves pasado, fue apartado de su puesto por el Consejo de la Magistratura. En una sesión polémica, se votó que irá a juicio político. Está sospechado de haberse enriquecido de un modo imposible si se tienen en cuenta solo sus ingresos como magistrado. También está denunciado por incumplir de modo sistemático con el pago de varios tributos al fisco. Por haber viajado por el mundo sin pedir las licencias correspondientes. Y hasta por haber falseado sus declaraciones de bienes. Freiler adelantó el estilo de su defensa cuando explicó por qué consideraba correcta su rebeldía impositiva. Fue en un escrito que presentó ante sus denunciantes del Consejo de la Magistratura: “¿Cuál es la ‘gravedad’ que importa adeudar patentes? ¿Cuál es el baremo con que se mide esta falta?”.
Freiler tiene otras inversiones, además de autos, barcos, y lotes. Es dueño de caballos de pura sangre y vacas.
El miembro del Consejo de la Magistratura que impulsó el juicio político en su contra fue Pablo Tonelli, diputado de Cambiemos. Resumió así las acusaciones fundamentadas con documentos en contra de “Chiche”: “Hay 17 millones de pesos que no puede justificar”.
Un juez debe ser imparcial. Pero el voto de Freiler fue clave para definir el futuro de causas de corrupción vinculadas ex funcionarios nacionales del Estado K, incluida la propia ex presidenta Cristina Fernández y sus hijos, a quienes defendió siempre desde su rol como camarista. Siempre es siempre.
Freiler cobró en 2015 un sueldo que sumado en doce meses fue de $1.114.562
Él mismo admitió cómo pensaba respecto los casos que le tocaban o tocarían definir con imputados o procesados de la gestión presidencial anterior. En declaraciones a los medios, dijo que hay magistrados que “quieren meter presa a Cristina Fernández de Kirchner durante la campaña”.
Primero, Freiler jamás denunció de modo formal la imparcialidad de esos supuestos colegas que, según él, hacen avanzar expedientes por motivos políticos.
Segundo, habría dejado así en claro que él sí especularía institucionalmente con el Código Penal si llegara a la Cámara Federal alguna causa que involucre a los Kirchner, como mínimo, en épocas de campaña.
La cronología electoral no debería ser tenida en cuenta por los investigadores judiciales.
Por estas razones, la diputada y candidata a senadora de Frente 1Pais, Margarita Stolbizer, junto a su abogada, Silvina Martínez, ambas denunciantes de los Kirchner en distintas causas, intentaron recursar a “Chiche”. Argumentaron que violaba “las garantías de juez imparcial, en “base a lo dispuesto por el artículo 55 inciso 10 del Código Procesal Penal”. Él lo negó.
La diputada nacional, y candidata a volver a hacerlo, Elisa Carrió, una de las primeras legisladoras de la oposición que las primeras en denunciar en tribunales la posible corrupción K, también denunció a Freiler. Ello lo hizo, por ejemplo, vinculándolo a delitos “contra la administración pública” y “lavado de dinero”.
Carrió pidió investigar la relación de Freiler con Daniel Scioli. El nexo entre ambos sería quien fue uno de sus compañero de estudios de Derecho en La Plata, Guillermo Scarcella. Para Carrió, Scarcella, ex funcionario de absoluta confianza en gestión bonaerense de Scioli, sería también el “testaferro” del ex gobernador.
El jueves pasado, Freiler fue suspendido y enviado a juicio político por el Consejo de la Magistratura debido a un descuido del kirchnerismo (ver recuadro).
Freiler denunció que la maniobra fue irregular, y aseguró que fue organizada por el Presidente de la Nación. Y por el titular de la Corte Suprema. Lo dijo en una entrevista radial. Si incluía a los jefes del Congreso, entonces el complot en su contra habría sido orquestado por los tres poderes del Estado.
Freiler puede ahora defenderse de las acusaciones en su contra en el juicio político que enfrentará en el Consejo de la Magistratura.
Quien adelantó que “Chiche” no renunciaría a su cargo, entre otros, fue uno de los abogado de Cristina, Gregorio Dalbón. Otra muestra de cercanía entre ellos.
Los miembros del Consejo de la Magistratura impulsaron el juicio político en su contra basados en una denuncia presentada por el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. Es un escrito que utiliza información sobre Freiler difundida por Clarín; el programa PPT, de Jorge Lanata; y en denuncias del abogado Ricardo Monner Sans.
Freiler es acusado en el Consejo, además, por haber hecho viajes de turismo sin pedir licencia en su trabajo. Es decir; viajaba por placer y seguía cobrando su sueldo.
En un caso a la inversa, sí pidió permiso para asistir a un Congreso de la Universidad de Arkansas sobre Derechos Humanos. Fue en septiembre del 2013. Sin embargo, los gastos de una de sus tarjetas de crédito muestran que nada pagó en esos días en el Arkansas. Sí en Miami.
Respecto a su patrimonio, llamó la atención de sus denunciantes que, de sus 28 propiedades, Freiler dice haber comprado solo dos con su dinero. El resto le llegaron gracias a lo que describió como “donación”.
El magistrado también tiene nexos sospechosos con el patrimonio de al menos dos empresarios a los que investigó judicialmente.
A eso se suma que fue miembro de sociedades comerciales, algo incompatible con sus funciones.
Como camarista, Freiler cobró en el 2015 un sueldo que sumado en doce meses fue de $1.114.562, 22.
“Chiche” está unido a los Kirchner por lazos sangre. Su ex esposa es Marcela Pérez Pardo. Su suegra era María Esther Pereyra Arandía. Uno de sus cuñados se llama Patricio Pereyra Arandía. Es el esposo de Romina Mercado, sobrina de Cristina Fernández, e hija de Alicia K.
En el caso Hotesur, Freiler “investigó” a su cuñado: era director de un hotel K.
Freiler fue ascendido de fiscal a camarista por Néstor Kirchner en el 2004.