La dueña de un automóvil en Rosario inició un reclamo judicial contra la Municipalidad tras ir a retirar su vehículo al corralón y descubrir que el vehículo había sido compactado, sin previo aviso. Si bien la mujer alega que cumplió con todos los trámites para regularizar la situación, el Ejecutivo niega haber incurrido en un error.
El trámite que lleva adelante el abogado Andrés Gastaldi persigue un resarcimiento de unos 70 mil pesos a la propietaria de un Volkswagen Pointer que ingresó al depósito de la zona sudoeste en marzo del año pasado. Según indicó el letrado, su cliente fue muchas veces al predio y gastó casi el 20 % de ese dinero en pagar deudas de patentes, multas y la transferencia del automotor entre otras cuestiones. Sin embargo, al momento de ir a buscar el rodado el mes pasado, Daiana Coria se encontró con que lo habían reducido.
Sin embargo, el Tribunal Municipal de Faltas tiene un relato totalmente contrapuesto de los hechos. La titular del organismo, Stella Splendiani, aseguró que notificaron debidamente al titular del vehículo, que no era la demandante, y que entregaron el aviso formal de que el auto iba a ser compactado. De acuerdo a las constancias que figuran en la repartición, el dueño nunca se presentó ante el municipio para completar los trámites y retirar el Pointer que finalmente fue destruido en julio pasado.
Quien sí fue a realizar las gestiones en el corralón de Presidente Perón al 8100 fue Daiana. Luego de obtener un turno para realizar la inspección técnica vehicular y avanzar en la contratación de un seguro, su gestión naufragó de forma extraña y su abogado afirmó en diálogo con LT8 que se trató de “una equivocación”.
Más allá de que no creen que haya habido mala voluntad, Daiana y su abogado piden que la Municipalidad pague el valor del auto y el dinero que perdieron por los trámites. Ahora la Justicia deberá resolver si da curso al reclamo administrativo. En el probable caso de que el Ejecutivo no acceda, Gastaldi adelantó que insistirán y presentarán una demanda civil para dirimir la cuestión.
Fuente: Clarín