Por Pablo Batalla* | Para Diario Cuarto Poder. Todo estaba listo para presentar a Enrique Pedicone como el juez inmolado por la barbarie de la Legislatura, pero las víctimas de su rol de “saca presos” lo llevó corriendo al interior del edificio.
Había una vez un circo…
Acostumbrado a hacer de cada uno de sus actos un circo mediático, Enrique Pedicone quiso hacerlo de nuevo, pero tuvo que cancelar abruptamente la función que estaba montando en el ingreso a la Legislatura el martes pasado.
Estaban sus alumnos de Derecho Romano y otras personas con carteles en su apoyo, quienes dijeron que vivía un vía crucis. Cuando él llegó minutos antes de las 9 se encendieron las cámaras y bajo las luces del escenario comenzó el show.
Hizo alusiones al final del imperio romano, a Juana de Arco a Tomás Moro, para señalar que estaba por ser ejecutado por la Comisión de Juicio Político que aceptó los pedidos de destitución del magistrado por diversos incumplimientos.
Insultado por “saca presos”
Con su mejor cara de cordero inmolado, el proceso de victimización estaba en marcha; pero el juez no contó con la presencia de familiares de las víctimas reales de su accionar irresponsable en la liberación de delincuentes.
José María Palavecino lo trató de asesino y le recriminó que haya liberado al asesino de su hermano Lucas, luego de pagar una fianza de apenas 50 mil pesos y con el argumento de que no había lugar para alojarlo hasta la realización del juicio.
Pero Palavecino no estaba solo. También presenciaban el ingreso otros parientes de víctimas de las malas decisiones del magistrado, quienes expresaron su repudio y desarmaron la puesta en escena o el nuevo circo de Pedicone.
“Pedicone y Albo son los saca presos”
La presencia de Santiago Villegas, padre del joven Valentín, asesinado en Yerba Buena, sostuvo que “Pedicone y Albo son los saca presos de la provincia. La mayoría de los asesinatos son cometidos por delincuentes que liberan jueces como Pedicone”.
“Estoy acompañando a las familias víctimas de la negligencia de un juez”, expresó Villegas, quien con respecto a su presencia en el lugar enfatizó que “vamos a estar acá hasta que todos los magistrados “saca presos” se vayan de Tribunales”.
Las expresiones críticas a Pedicone se multiplicaron en el acceso a la Legislatura, en donde el juez escuchó las acusaciones por parte de la Comisión de Juicio Político, con lo que se dio inicio al proceso que puede terminar en su destitución.
La estrategia de victimización
Estuvo clara la estrategia asumida por Enrique Pedicone en relación a las acusaciones que tiene que enfrentar. Enfatizó la relación de estas presentaciones con la denuncia realizada contra el vocal de la Corte, Daniel Leiva.
El magistrado fue presentado como que estaba transitando un Vía Crucis, con lo que se lo quiso asimilar al propio Jesucristo, o a ejecuciones históricas como la de Juana de Arco o Tomás Moro. En ese sentido, profundizó en comparaciones de la Historia.
Como profesor de Derecho Romano hizo alusiones a esa civilización al señalar que “el imperio romano cayó”, pero olvidó señalar que fue destruida por la invasión de los bárbaros y que su legado perdura en la civilización occidental.
Una vida de hechos mediáticos
Los tucumanos memoriosos saben que Enrique Pedicone, desde sus tiempos de intendente de Monteros o de legislador, supo hacer de cada acción personal un hecho mediático que lo catapulte a la opinión pública.
Sus primeros éxitos los logró paradójicamente de la mano del juicio político al represor y ex gobernador democrático, Antonio Bussi, en el marco del escándalo por las cuentas descubiertas en bancos suizos.
Allí, el entonces legislador Pedicone desplegaba toda su ironía y ácido humor. En cada alocución miraba al palco de los periodistas para pedir la aprobación de los comunicadores sociales que cubrían las alternativas.
Elegido por José Alperovich
En los tiempos de hombre fuerte de la provincia de José Alperovich, Pedicone buscó estar en buenos términos con el tres veces gobernador, mientras continuaba echando fuego al artificio de esas jugadas mediáticas.
Y logró la atención porque esa exposición en el escenario de la política, le significó la posibilidad de promoción. Su llegada al Poder Judicial, de la mano de José Alperovich, quien lo eligió en la terna, y le abrió otro campo en el que también se apegó a lo mediático.
Sus polémicas con otros integrantes del poder Judicial y el aprovechamiento de casos resonantes para permanecer en el candelero, fueron una constante, lo mismo que su decisión de liberar presos en lo que denominaron “puerta giratoria”.
No se excusó en una causa de Alperovich
Muchos vieron en sus ansias de trasladar la causa en la que se denunciaba al senador nacional por abuso de una colaboradora y pariente, un gesto del cual se tuviera que haber excusado, por el origen de su designación.
No sólo no se excusó sino que declaró el asunto como tema de feria judicial y trató de que la víctima compareciera en Tribunales, cuestión que se analizó desde algunos sectores como una acción que podía intimidar a la joven.
El hecho fue que pocos se acordaron que la designación estuvo a cargo del ex mandatario, aunque asumió cuando éste ya no estaba ejerciendo la titularidad del Poder Ejecutivo. Más allá de la independencia de poderes.
La lección de Sócrates
Apelando a la Historia, podemos mencionar la muerte del filósofo griego Sócrates, considerado el maestro por antonomasia, quien teniendo la posibilidad de evitar su ejecución, acató la condena de beber cicuta.
¿Su argumento? Había vivido al amparo de las leyes aceptándolas y esas mismas leyes eran las que lo condenaban, por lo que aceptó su destino en lo que fue su última lección para sus alumnos.
Ahora Pedicone descree del juicio político, cuando en su momento le sirvió para catapultarlo en el mundo de la política comarcana. Son las contradicciones de un hombre al que le gusta citar hechos y personajes de la historia.
Cuando se apagan las cámaras termina el circo
Lo cierto es que cuando se apagan los micrófonos y las cámaras, la soledad del juez Pedicone es notoria y el show se diluye en la repetición de formulismos que tratan en vano de presentarse como originales.
Justamente esa exposición que pretendía mantener en el tiempo es la que indignó a las víctimas de sus decisiones judiciales. “Se rió en nuestra cara, se merece mucho más”, fueron las expresiones de José María Palavecino.
Por otra parte, no había una multitud aclamando al supuesto héroe. Era un grupo de allegados que pretendía obviar la realidad de la “aceitada puerta giratoria” que tanto mal le hace a la comunidad en su conjunto. La función ya había sido cancelada.
*Columnista y analista político.