El capitán de la Selección, autor de un gol en la victoria por 2-0 ante Australia, fue buscado por todos en su paso por Beijing.

No hay dudas de que Lionel Messi es una leyenda viviente del fútbol y que revoluciona cualquier país a donde vaya. Un claro ejemplo fue lo que se vivió en China en las últimas horas y, principalmente, en la victoria por 2-0 que consiguió la Argentina en el amistoso ante Australia disputado en el Workers Stadium de Beijing. El capitán demostró que el furor por él llega a cada rincón del planeta.

Una de las imágenes que más reflejó la adoración por Messi en territorio asiático se vio durante el entretiempo, cuando los jugadores argentinos caminaban por los pasillos del estadio para regresar al campo de juego y disputar el complemento.

La transmisión de TV mostró a la Pulga, que se cerraba la fila junto con Rodrigo De Paul y Ángel Di María, ser detenido por unos de los jueces de línea para que le firme un autógrafo. El árbitro asistente no quiso perderse la oportunidad de llevarse un recuerdo del mejor jugador de todos los tiempos.

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