Las promesas de Cambiemos en campaña sobre el Impuesto a las Ganancias se transformaron en una piedra en el zapato para el Gobierno en los últimos días del 2016. Fuentes oficiales admitieron que fue un error hablar de la eliminación total del gravamen, pero igualmente se comprometieron a realizar una modificación de las escalas.

El martes llegará el proyecto al Congreso. El titular de la AFIP, Alberto Abad, será el encargado de informar los números finos de la iniciativa. El peso fiscal de los cambios es la principal preocupación del gabinete económico.

Un día antes de que el Poder Ejecutivo oficializara las claves de la reforma que impulsa, el Frente Renovador de Sergio Massa hizo una propuesta que es más beneficiosa para los bolsillos de los trabajadores. Si bien el único proyecto que puede discutirse este año es el de Cambiemos, la jugada de Massa obliga al Gobierno a negociar para conseguir un consenso para el año que viene.

De acuerdo con las primeras charlas informales, los legisladores del PRO podrían aceptar algunas modificaciones en el texto original. Por ejemplo, cedería y avalaría una suba en el mínimo no imponible de 25 por ciento.

Actualmente el piso a partir del cual los trabajadores deben pagar el impuesto es de $18.800 para los solteros. El Ejecutivo proponía llevarlo a $21.700 (suba del 15%). La oposición quiere llevar ese número más cerca de los $25 mil.

La Casa Rosada propuso, además, pasar del 9% al 5% la retención más baja. Y a un 2% para los que tributen por primera vez. Hay voces en el Congreso que creen que la ley puede ser aún más beneficiosa para los bolsillos, pero para ello proponen nuevas fuentes de financiamiento.

Por ejemplo, Massa impulsa nuevos impuestos a la actividad minera, al juego, a la renta financiera y a las operaciones con dólar futuro. El Gobierno hasta ahora se ha mostrado reticente a avanzar sobre esos sectores, sobre todo la minería, donde aplicó una drástica reducción de retenciones.

Fuente: Infobae

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