El peritaje de la Gendarmería Nacional sobre la muerte del fiscal de la causa AMIA Alberto Nisman sostiene que el fallecimiento se produjo a las 2:46 del domingo 18 de enero de 2015.
El nuevo dato surge de calcular el potasio en humor vítreo, en contexto con la temperatura ambiente, tomada de datos aportados por el Servicio Meteorológico Nacional del día del hallazgo del cadáver.
Gendarmería asigna un grado de “certeza” a ese horario de la muerte de un “98 por ciento”.
“Teniendo en cuenta estos valores en función al horario de la autopsia, la muerte debería haberse producido aproximadamente a las 02:46 del día 18 de enero del 2015”, indica en cuatro oportunidades el documento.
Hasta ahora, en la causa existía un horario determinado por peritos oficiales que indicaba que la muerte se produjo en torno a las 10 del domingo, y una disidencia de los científicos de las querellas que la situaban el sábado por la noche.
Gendarmería sostiene como “la hipótesis más probable” que Nisman fue asesinado por dos personas que primero lo drogaron, luego lo llevaron al baño y mientras una lo sostenía “abrazado”, la otra le disparó a la cabeza y salió del lugar.
Quien lo sostenía acomodó el cuerpo, colocó el arma debajo del hombro izquierdo, estiró la alfombra de baño debajo de las piernas del fiscal y también se retiró sin dejar rastros de su presencia en el departamento.
La “hipótesis más probable” ubica a Nisman “al momento de recibir el disparo que le diera muerte, en la posición denominada ‘rodilla a tierra’, con su pierna izquierda flexionada y la rodilla derecha apoyada en el suelo”.
“Su ubicación más precisa en el baño es de frente a la bañera, teniendo sobre su lateral derecho el vanitory”, explica el reporte de Gendarmería.