Por Julio Denis para DIARIO CUARTO PODER
El pago de la deuda al FMI por parte de nuestro país siempre fue un tema que generó pasiones, encuentros y desencuentros y posturas diversas. La verdad es que cuando pensábamos que habíamos dejado atrás los días de tener que soportar la injerencia de la entidad monetaria internacional en la toma de decisiones económicas por parte del Estado, pero llegó la gestión de Mauricio Macri y ese sueño dorado se hizo pedazos.
La deuda más grande la historia
El crédito del FMI al gobierno de Macri fue de 56.300 millones de dólares, y se convirtió en el más grande de la historia del organismo de crédito internacional. No obstante, para nuestra suerte, la administración de Cambiemos sólo recibió US$ 44.300 millones, casi la totalidad del crédito.
En septiembre del año pasado, el FMI debería haber transferido el último tramo del año, por US$ 5.700 millones, pero la contundente derrota sufrida por Macri en las PASO terminó frenando el nuevo desembolso.
Del total de lo enviado (US$ 42.382 millones), se usaron para cancelar servicios de la deuda pública en moneda extranjera US$ 35.344 millones (83% del total). Además, para servicios de deuda en moneda nacional fueron necesarios US$ 6.072 millones (14%). Podemos decir que el crédito más importante otorgado a la Argentina por el FMI se hizo humo, no hubo obras públicas, inversiones en salud, educación o ciencia, es más, todas esas áreas vieron como los fondos que recibían se vieron reducidos drásticamente.
Negociación y pandemia
Hoy la negociación de la deuda es uno de los temas claves en la agenda de Alberto Fernández. Pese a estar inmersos en la lucha contra la pandemia de coronavirus, que ha sumido al mundo en la oscuridad y ha puesto a casi todos los países de la región en un colapso sanitario, donde cientos de personas mueren sin tener acceso a un tratamiento.
El gobierno argentino ha demostrado ser quien más se ha preocupado y ocupado por la salud de sus habitantes.
El acuerdo con los bonistas, una necesidad
Ahora bien, hay que pensar también en el día después de la pandemia y para ellos es vital que Argentina acuerde con los acreedores y no termine en una situación de “default”. Muchas son las opiniones que se han escuchado al respecto y algunos se atrevieron a sentenciar que no se debe pagar estos compromisos. La verdad es que un país necesita del apoyo externo, de inversiones, de credibilidad internacional y llegar a un acuerdo nos coloca dentro del mapa económico.
La situación es clara y se puede graficar claramente en una situación de la vida diaria, si no le pagamos la “libreta” al almacenero seguramente no podremos contar con ese servicio el mes próximo, bueno el pago de la deuda es lo mismo, si no hay acuerdo con los acreedores es difícil que el país vuelva a gozar del crédito internacional o la llegada de inversiones. Se trata de credibilidad en el mercado internacional.
Apoyo internacional
Es claro que no se puede pagar con lo que no se tiene o puede y la oferta presentada por el gobierno nacional es justamente eso, lo que se puede pagar sin desatender las necesidades de la población. Argentina cuenta con un altísimo apoyo internacional en la negociación y hasta las autoridades del FMI avalaron la oferta presentada.
El Presidente participó, por videoconferencia, con representantes de la comunidad financiera internacional de un encuentro organizado por el Consejo de la Américas.
En esta ocasión el primer mandatario aseguró: “La pandemia (de coronavirus) nos enseñó algo que hace muchos años los argentinos no practicábamos: la unidad. Y esta oportunidad nos va a permitir diagramar otro país, definitivamente inclusivo, que trabaje para superar la pobreza”.
El mandatario argentino le envió un mensaje a los bonistas y expresó: “Confío en que los acreedores entiendan que estamos haciendo un enorme esfuerzo y les pido que ayuden a la Argentina a salir de esta postración”.
Del otro lado de la pantalla, el Presidente fue escuchado por más de 1.000 empresarios y políticos estadounidenses y latinoamericanos, quienes aguardaban expectantes los próximos pasos que dará la Argentina en cuanto a sus políticas económicas y las novedades en función de las negociaciones con los bonistas.
Pagar la deuda y no morir en el intento
La propuesta argentina representa el mayor esfuerzo que el país puede realizar y es momento que el mundo entienda que se tiene que acabar esta extorsión financiera que no permite que las economías de países como el nuestro puedan despegar. La pandemia ha puesto un poco de luz sobre esta situación y el apoyo mundial a Argentina manifestado es una muestra de ello.
Las cartas están sobre la mesa y de acordar con los bonistas, Argentina, de la mano de Alberto Fernández, entrará a una nueva etapa donde el camino a la reactivación será menos complicado.
El Presidente cuenta con un gran apoyo político y social, que se lo ha ganado por haber demostrado un liderazgo único durante situaciones extraordinarias.