Los sindicatos de la Mesa Nacional del Transporte reprogramaron la medida, que originalmente estaba prevista para el 17 de octubre. En el plenario sindical no estuvo la UTA y podría bajarse de la protesta. Por qué se convierte en un desafío a la CGT.
La mayoría de la Mesa Nacional del Transporte postergó hasta el 30 de este mes el paro nacional de 24 horas, por lo que se día quedará paralizado el servicio de trenes, aviones, subtes y barcos en todo el país. Así lo decidió el plenario de la Mesa, con la participación de comisiones directivas y cuerpos delegados de los 7 sindicatos que integran esa agrupación, con una clara estrategia de diferenciarse de la CGT. La gran novedad fue la ausencia de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández, en plena negociación salarial, lo que hace suponer que se bajará de la protesta.
La decisión se tomó este martes en un encuentro realizado en un predio de la Federación de Peones de Taxis, en Quintino Bocayuva 1274, con la presencia de Pablo Moyano y Omar Pérez (camioneros); Juan Pablo Brey (Aeronavegantes), Omar Maturano (La Fraternidad), Juan Carlos Schmid (Fempinra), Roberto Coria (Guincheros), Pablo Biró (APLA), Beto Pianelli y Néstor Segovia (Metrodelegados), Raúl Durdos (SOMU), Marcelo Pariente (motoqueros), Jorge García (Taxistas) y Graciela Aleñá (Viales).
Tras el plenario, Brey anunció la nueva fecha del paro y detalló los reclamos de la Mesa: “La soberanía de nuestros cielos, mares, trenes y carreteras, además de que el Gobierno no nos está dejando negociar paritarias libres y además nos está cortando el derecho de huelga con el tema de la esencialidad. Esos son los tres puntos principales, pero también están la defensa de la salud, porque hoy están cerrando hospitales y bajando el presupuesto al Garrahan, los jubilados, el tema de las universidades y el veto del Presidente a la ley de financiamiento universitario”.
El líder de los Aeronavegantes no descartó una negociación con el Gobierno: “Nosotros estamos esperando desde que inició el conflicto que nos llamen para negociar y hacernos una propuesta superadora, pero nunca lo han hecho. Para que haya un diálogo tenés que tender la mesa y tiene que ser un ir y de vuelta de las dos partes, no una imposición. Así que si es en esas condiciones, por supuesto que siempre estamos abiertos al diálogo y es lo que buscamos”.
Como anticipó Infobae, uno de los motivos por los cuales se postergó el paro es que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) está negociando un aumento salarial dentro del período de conciliación obligatoria dispuesta por la Secretaría de Trabajo, y esa instancia obliga a las partes a no tomar ninguna medida que complique las tratativas. Este jueves habrá una nueva audiencia entre el sindicato y los empresarios en Trabajo, pero si persiste el desacuerdo, la UTA no podría declarar un paro hasta que se venzan la conciliación obligatoria, el 29 de este mes.
Por eso algunos dirigentes de la Mesa eran partidarios de diferir para fin de mes el paro del transporte que se iba a hacer el 17 de octubre para garantizar la adhesión de los choferes de colectivos agrupados en la UTA, siempre resulta decisiva para garantizar una paralización total del sector.
Aun así, la mayoría de los integrantes de la Mesa Nacional del Transporte miraba de reojo a los dirigentes de la UTA porque tienen una actitud dialoguista y suponían que, con la excusa de que están en conciliación obligatoria, no irían al plenario de este martes en la Federación de Peones de Taxis. Fue lo que sucedió, lo que permite suponer que no adherirán al paro del 30 de octubre.
La ausencia de la UTA, en el fondo, fue motorizada por el sector dialoguista de la CGT, cuyos referentes iniciaron una mediación ante los funcionarios libertarios para ayudar a que la UTA cierre el acuerdo salarial y así desista de adherir al paro nacional de transporte. En el sindicato que lidera Roberto Fernández no quisieron arriesgar ningún pronóstico sobre el resultado de la negociación paritaria, aunque advirtieron que los empresarios están preocupados por la desregulación del transporte automotor de media y larga distancia anunciada este domingo por el Gobierno.
Es que el paro del transporte fue impulsado por el ala dura de la CGT, entre los que están Pablo Moyano, los aeronáuticos Pablo Biró y Juan Pablo Brey y el ferroviario Omar Maturano, pero los dialoguistas llegaron a un acuerdo con el Gobierno la semana pasada y por eso tratan de que la tregua pactada alcance a todos los sindicatos que la integran.
Aunque ya habría conseguido el apoyo de la UTA, como indicaría su ausencia en el plenario, la fracción moderada de la CGT apostaba a que el paro del transporte no se iba a hacer a partir de la instancia de diálogo abierta con tres funcionarios clave de Javier Milei, como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el secretario de Trabajo, Julio Cordero, y el asesor presidencial, Santiago Caputo.
En la reunión de la Casa Rosada, la CGT logró que el Gobierno diera marcha atrás sobre el artículo anti-bloqueos de la reforma laboral y aceptara consensuar la reglamentación de ese punto en una mesa de diálogo tripartita, lo que significa, en la práctica, que sus alcances serán atenuados.
Aun así, los sindicatos del transporte esperan que, como se acordó en la reunión Gobierno-CGT, se arme una comisión con la Secretaría de Transporte para analizar sus reclamos salariales. Si logran alguna solución a sus demandas, tampoco se descarta que el paro del 30 de octubre sea levantado.