Tras el discurso de Alberto Fernández, durante la madrugada se confirmó la suba de los derechos de exportación para la harina y el aceite de soja, y se avanzó con el fideicomiso que busca controlar el precio del trigo.
Con el objetivo de “mitigar el impacto de la situación” en Ucrania y evitar que la invasión a ese país afecte a los precios locales de los alimentos, el Gobierno confirmó el aumento a las retenciones para la harina y el aceite de soja y creó un Fondo de Estabilización del Trigo, para controlar “el costo de la tonelada” de ese producto. Ambas medidas fueron informadas a través de los Decretos 131/2022 y 132/2022, respectivamente, publicados este sábado en el Boletín Oficial.
Con Manzur al lado
El primero de estos documentos fue firmado por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y los ministros de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Tal como estaba previsto, el texto estableció que a partir de ahora y hasta el próximo 31 de diciembre, se incrementó la alícuota del derecho de exportación que pagan determinados alimentos, entre los cuales están la harina y el aceite de soja, que pasarán de abonar el 31% al 33 por ciento.
En los considerandos, las autoridades nacionales sostuvieron que “la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania ha afectado en forma significativa el abastecimiento global de productos agrícolas”.
Seguridad alimentaria
Al respecto, señalaron que “ambas naciones aportan a la seguridad alimentaria total mundial el 28% del comercio internacional de trigo, el 19% del de maíz y el 78% del de aceite de girasol, afectando, particularmente, a dichos mercados, impactando sus precios internacionales y alcanzado alzas históricas”.
En este sentido, remarcaron que “siendo la República Argentina un relevante proveedor global de estos productos, se hace necesario alentar a los productores” locales “para que continúen creciendo” en la venta al exterior de estos cereales y esta oleaginosa “que el mundo demanda”.
Por esta razón, y “con el fin de mitigar el impacto de la situación detallada en el mercado interno, resulta necesario dictar una medida transitoria y temporal” que aumente las retenciones de otras mercaderías, como la harina y el aceite de soja, “con el fin de que el excedente que se recaude se destine a garantizar políticas tendientes a evitar un costo adicional en los alimentos para la población en general y, particularmente, para los sectores de menores ingresos”.
Fondo Estabilizador
Por otra parte, pero en esta misma línea, mediante el Decreto 132/2022 se creó el denominado “Fondo Estabilizador del Trigo Argentino”, un fideicomiso de administración y financiero que tendrá el objetivo de “estabilizar el costo de la tonelada” de este cereal “que compran los molinos” a nivel nacional.
El mismo se financiará con el dinero adicional que ingresará por el aumento de las retenciones a la harina y aceite de soja, que como ya se dijo pasaron del 31% al 33%, y de esa manera se va a subsidiar el precio de la bolsa de harina de 25 kilos que se comercializa a las panaderías.
De esta manera, se busca “garantizar un patrimonio de afectación específica que contribuya a mitigar el alza del precio de la tonelada de trigo que requiere la cadena de molienda argentina, considerando los valores, anteriores al conflicto (en Ucrania), de las mercaderías involucradas”.
Ambas políticas llegan luego del mensaje grabado que emitió el viernes Alberto Fernández, en el que, sin brindar demasiadas precisiones, anunció una serie de medidas que impulsará el Gobierno en el marco de la “guerra contra la inflación”.
“He dado indicaciones a mis ministros y ministras para que construyan acuerdos con los diferentes sectores pero que no duden en aplicar todas las herramientas del estado para fijar y hacer cumplir las medidas necesarias. Ellos y ellas serán los encargados de mantenerlos informados diariamente sobre las medidas que se irán implementado desde este mismo momento”, expresó el mandatario nacional en aquella oportunidad.
Críticas
A todo esto, el Gobierno plantea que el incremento de las retenciones a los subproductos de la soja no provocará un perjuicio a los productores, pero los analistas del mercado de granos sostienen lo contrario. Alegan que la industria exportadora, al contar con menor capacidad de pago por el incremento de la presión impositiva, trasladará eso a pagar un menor precio al sector primario por los granos.
Es por eso que la situación generó alerta en las bases de productores. Frente al permanente cambio de las reglas de juego por parte del Gobierno, en las últimas horas se realizaron diferentes asambleas en las cuales están solicitando a la Mesa de Enlace iniciar acciones gremiales en contra de la política oficial. En las reuniones, se planteó realizar una marcha a la Capital Federal, iniciar de manera inmediata un paro de comercialización, y bloquear los accesos y egresos de los puertos exportadores.
fuente: infobae