El clima invernal no detuvo a los consumidores que aguardaban hace años este momento. La ley que legalizó la producción y comercialización del cannabis con fines recreativos por parte del Estado se aprobó en diciembre de 2013.

Uruguay comenzó este miércoles la venta de marihuana para uso recreativo en las farmacias y desde el inicio de la jornada cientos de personas de todas las edades hicieron largas colas para adquirirla.

El clima invernal no detuvo a los consumidores que, desde la aprobación de la ley que legalizó la producción y venta de marihuana con fines recreativos por parte del Estado, aguardaban por este día.

En una de las farmacias ubicadas en el centro de la capital uruguaya, la fila tenía un largo de media cuadra y una demora cercana a una hora por lo que la ansiedad, acompañada del intenso frío, aumentaba con el paso del tiempo.

Pese a ello, cada vez que una persona salía del local con su paquete de cinco gramos de marihuana, el resto se alegraba, lo saludaba y hasta en ciertas ocasiones lo festejaba con algún grito.

La alegría no estaba únicamente entre quienes hacían la fila, ya que muchos de los autos que pasaban por el lugar hacían sonar sus bocinas y saludaban a esos primeros compradores de la marihuana con fines recreativos en el país.

Daniela Cambón, una de las personas que compró la marihuana, dijo a la agencia de noticias EFE que esta medida le parece muy buena ya que regularizar y “salir del prohibicionismo” permite combatir al mercado negro.

Además, contó que si bien hubo una larga espera para poder ingresar al local, no tuvo mayores dificultades para comprar y pudo observar que todos los que salen de la farmacia “están muy felices”.

Delante de la joven, un hombre de unos 70 años esperaba por adquirir su marihuana y narraba con alegría anécdotas de su juventud, cuando, según afirmó, era impensado que algún día Uruguay pudiese ser el primer país del mundo en legalizar la venta de marihuana con fines recreativos.

El proceso de venta consiste en que el consumidor tiene que poner su huella dactilar en un lector y allí aparece si el usuario está habilitado para comprar.

Esto trajo algunos problemas ya que en ciertos momentos el sistema se cayó o no reconoció al usuario que debió volver a su hogar sin su marihuana.

Incluso hubo quienes tuvieron que acercarse a las oficinas del correo, donde las personas deben registrarse, para inscribirse nuevamente.

En los días previos a que comenzara la venta oficial, muchos especularon que el bajo porcentaje de THC (principal componente psicoactivo del cannabis) iba a ser que la sustancia no produjera el efecto esperado, ‘no pegara’, como se dice en el país sudamericano.

Sin embargo, los que se animaron a abrir el paquete, que era una bolsa plástica cerrada al vacío, describieron como “muy bueno” y de “muy buena calidad” el olor que emitía la marihuana.

“Si el THC de la marihuana es bajo pero la calidad es buena, pega igual”, comentó a EFE uno de los que salió con el producto.

Tal fue la ansiedad por probar el cannabis estatal, que algunos hasta se pusieron a preparar el cigarrillo en la puerta del local para fumarlo en el momento.

Un joven de unos 25 años, armó su cigarrillo, lo encendió y al probarlo dijo “está muy rico” y en tan solo un par de minutos lo consumió casi por completo.

Fuente: Infobae

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