Mientras el equipo pelea en tres frentes, Riquelme y Russo debaten la continuidad de una decena de futbolistas que pueden abandonar el club durante el próximo receso.
Hoy arranca un mes de mayo en el que Boca tendrá muy cargada su agenda. Mañana buscará sellar su clasificación a la Fase Final de la Copa de la Liga cuando reciba a Lanús por la anteúltima jornada de la Zona B en la Bombonera (en el particular horario de las 10 de la mañana). E inmediatamente después cambiará otra vez el chip copero para fijar la mirada en la visita a Barcelona de Ecuador del martes 4 por la noche.
Todavía está pendiente el encuentro de octavos de final de Copa Argentina contra River, que todavía carece de fecha y sede tentativa. El Xeneize está encaminado en todos los frentes, pero Juan Román Riquelme y Miguel Ángel Russo tienen que resolver las situaciones particulares de varios futbolistas de cara a junio. En 60 días se definirá la continuidad de al menos 10 futbolistas del plantel.
A algunos se les vence el préstamo, a otros el contrato. Varios tienen sondeos del exterior y pueden llegar a ser transferidos. Los restantes, sin el protagonismo deseado, analizan una salida.
LOS 10 QUE PUEDEN IRSE, CASO POR CASO
Esteban Andrada:
Con contrato hasta 2023, desde hace rato Sabandija persigue el sueño de dar el salto a Europa. Su cláusula de rescisión asciende a 25 millones de dólares, pero los sondeos que recibió Boca por él en el último tiempo ni siquiera se arrimaron a esa cifra. La directiva está dispuesta a negociarlo si llega una propuesta seria en el próximo mercado. Desde hace algún tiempo es manejado por el mismo grupo empresario que posee a Sergio Chiquito Romero.
Agustín Rossi:
Otro con vínculo por dos años más. Sabe que es suplente de Andrada y busca continuidad en otro equipo, aunque no contó con ofertas que satisfagan a la institución para efectuar su salida. Según pudo averiguar este medio, tuvo un sondeo de Brasil que puede llegar a prosperar en las próximas semanas. Si Andrada se va, permanecerá a gusto. Si no, buscará una salida para ser titular en otro sitio.
Lisandro López:
“Si la situación no cambia, va a tener que salir”. Esto dijo su representante hace exactamente un mes. Licha venía siendo suplente en los últimos partidos hasta que el peruano Carlos Zambrano se contagió de coronavirus y dejó la plaza libre en la defensa. López formó zaga con Carlos Izquierdoz como titular en los últimos cuatro duelos y Boca ganó todos recibiendo apenas un tanto en contra. Tiene contrato hasta 2023 y Russo lo quiere, aunque no lo considera titular. ¿Qué pasará con él?
Emmanuel Mas:
Su vínculo vence en junio y hasta ahora no existieron charlas para renovarlo. Está muy bien considerado dentro del grupo y también por el cuerpo técnico (de hecho Russo le dio la capitanía en algunos cotejos). Alternativa natural de Frank Fabra, se juega la continuidad al mismo tiempo que promovieron al juvenil Agustín Sandez en su puesto. Si el Consejo decide hacerle una propuesta, habrá que esperar para saber si llegan a un acuerdo económico.
Julio Buffarini:
Situación irreversible. El Consejo de Fútbol dio por terminadas las negociaciones por la renovación de su contrato, que expira a fines de junio. El cordobés está en carpeta de Talleres de Córdoba y salvo un expreso pedido de Russo a Riquelme, se marchará. Mostró buen nivel en las últimas presentaciones, pero para el CDF no hay vuelta atrás.
Leonardo Jara:
Un caso similar al de Mas. Su continuidad está en observación. No bien llegó al club, Russo pidió mantenerlo en el plantel luego de su préstamo en la MLS. En dos meses definirán si le ofrecen extender su vínculo o lo dejan en libertad de acción. Ya tuvo sondeos de un par de clubes argentinos (sonó en Racing y Estudiantes de La Plata anteriormente).
Mauro Zárate:
“Estando así no me sirve seguir en Boca”. La frase del delantero de 34 años resonó fuerte tras la final de la Copa Diego Maradona en el mes de enero. Su contrato vence en dos meses y todavía no se habló de su posible renovación. El entrenador le hizo varios guiños en este semestre (disputó 9 partidos y anotó 3 goles) pero una distensión de gemelo en el partido contra Atlético Tucumán frenó su levantada y continuidad. Las partes se sentarán en junio para resolver su futuro.
Franco Soldano:
A mediados de 2020 le renovaron el préstamo (pertenece al Olympiacos de Grecia) por un año. Reglamentariamente Boca no podría extender nuevamente su cesión y tampoco hará frente a la opción de compra (5 millones de euros). Lo más probable es que se despida a fines de junio y la entidad de la Ribera busque otras alternativas en la delantera. Solamente la voluntad de la institución por retenerlo podría cambiar su destino.
Cristian Pavón:
Quizás el caso más particular de todos. De estar a punto de ser colgado, a ser vendido y luego reincorporado en el plantel. Kichan viene de ser titular en la última presentación de Boca en la Libertadores y es del gusto de Russo. La relación entre el Consejo de Fútbol y el entorno del futbolista está completamente rota. De hecho el padre del cordobés habló de un ninguneo hace algunas semanas. Tiene un año más de contrato, esperan que con continuidad se revalorice y así escucharán ofertas en el próximo mercado. Ante un ofrecimiento potable para ambas partes, será vendido.
Sebastián Villa:
De los jugadores del plantel más solicitados en las últimas ventanas de transferencias. Por diferentes cuestiones no se registró una venta, pero en las próximas semanas volverán a la carga por el colombiano desde el exterior. Acaba de renovar su vínculo en el Xeneize hasta 2024 y su cláusula de salida oscila en los 30 millones de dólares.
fuente: infobae