Tras el fracaso kirchnerista para evitarla o posponerla, la sala I de Casación escuchará a las partes. Luego, tiene 20 días para decidir si ordena o no iniciar la investigación contra Cristina.
Tras casi dos años de chocar contra las negativas del juez Rafecas, la sala I de la Cámara Federal y el fiscal Javier De Luca, la denuncia del trágicamente muerto titular de la UFIAMIAAlberto Nisman contra Cristina Kirchner y un puñado de sus funcionarios y seguidores por el supuesto encubrimiento del atentado contra la mutual judía podría recibir hoy el primer hálito de vida. Si ninguna maniobra de último momento lo impide -lo que ya parece fatalmente improbable- a las 10 de la mañana los jueces de la sala I de la Cámara de CasaciónPenal Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos escucharán a los abogados de las partes que se hagan presentes, quienes intentarán justificar sus posiciones. Acabada la cita, el tribunal tendrá un plazo máximo de veinte días hábiles para difundir su sentencia. Si ningún otro pájaro negro se cruza en el horizonte, esa resolución ordenaría que un juez federal -ya no Rafecas- inicie una investigación penal para averiguar si la tesis de Nisman tenía o no asidero. El tenor de esa hipotética noticia sería atómico.
Cuando las puertas de la sala de audiencias se abran esta mañana, quedará despejado el último interrogante de la secuencia de intrigas que amenazaron el encuentro: si la doctora Figueroa -presidenta de la sala I- está sentada en su butaca, el tribunal sesionará con sus tres integrantes y no se habrán cumplido las especulaciones respecto a una indisposición de último momento que dejara esa silla vacía.Figueroa, único miembro titular de la sala, es una reconocida referente judicial del kirchnerismo, de rutilante intervención en la agrupación ultra K Justicia Legítima.
Las miradas se concentran en esa jueza porque -tal como anticipó y fue publicando Clarín desde el 8 de noviembre- fue una de las espadas más filosas de la estrategia para evitar que la audiencia de hoy se llevara a cabo, y sobre todo para desplazar del caso Nisman a sus colegas Hornos y Borinsky, con cuyos votos se estima que la denuncia del fiscal muerto se abrirá en la justicia de una vez. Ambos magistrados son subrogantes (suplentes) en la sala I, de la que finalmente fueron eyectados hace dos semanas en un súbito pleno de la Cámara que, por siete votos contra dos, los reemplazó por sus colegas Eduardo Riggi y Liliana Catucci desde 2017.
En esa misma reunión se aclaró que los cambios de subrogantes no afectarían a las causas en las que ya hubieran sido convocadas audiencias: una decisión redactada a medida de las sospechas alrededor del caso Nisman, que sin embargo no terminó de convencer.
Antes, se había intentado que Hornos y Borinsky no actuaran en la causa Nisman bajo el argumento de que supuestamente estaban excusados e inhibidos de participar en todos los casos vinculados con los viejos expedientes que investigan el atentado a la AMIA y las irregularidades en su pesquisa. Figueroa, el presidente de la Casación Alejandro Slokar y otros jueces del tribunal aceptaron ese impedimiento que, de imponerse, también habría sacado de la cancha a los dos magistrados que esta mañana escucharán a imputados y pretensos querellantes. Los dos camaristas detectaron la jugada y rechazaron que en algún expediente o instancia se hubiera declarado esa vinculación. En silencio, equipos de la Corte también rastrearon resoluciones que hubieran ligado causas tan distintas como la investigación sobre el ataque terrorista -iniciada hace dos décadas y hoy en manos del juez Canicoba Corral- con la denuncia de Nisman por el supuesto encubrimiento del atentado por parte de Cristina. No hallaron nada.
¿Qué ocurrirá hoy entonces? Los abogados del ex canciller Héctor Timerman -principal acusado en el incidente que llegó a la Casación- y los de la DAIA -cuyo pedido de ser admitida como querellante posibilitó la intervención de la sala I- expondrán sus argumentos.El fiscal ante la Cámara, Javier De Luca, ya lo hizo por escrito reiterando que no hay motivos para abrir una investigación.
Alejandro Rúa y Gracia Peñafort, letrados de Timerman, acompañarán su exposición con una breve nota en la que reiterarán que la denuncia de Nisman ya fue desechada por ”inexistencia de delito”, que “no corresponde abrir el caso ante un pedido aislado de la pretensa querellante (DAIA), que esa institución no puede ser aceptada como querellante porque no presentó un poder especial y, sobre todo, que la sala en la que todo debe discutirse es la II.Los abogados avisan que si el asunto avanza pese a sus reservas, acudirán a la Corte y a la OEA.
En DAIA también se preparan.Santiago Kaplun, secretario general de la institución, remitirá a los escritos presentados y hará una breve exposición de cuatro minutos que promete ser impactante. Luego, el reloj comenzará a correr. Y en menos de veinte días se sabrá si el último acto de servicio de Nisman fue en vano.Como hasta ahora.
Fuente: Clarín