Por Nicasio Rodríguez* / Letras de Fuego / Comentario. La presentación conjunta de “Cuentos de selva urbana”, de Nancy Olivera, y la reedición de “Los guantes amarillos”, de Manuel Rivas, fue un verdadero éxito en el 19º Mayo de las Letras.

Un puente irrompible entre Tucumán y Jujuy

Todo estaba previsto para que este vínculo invisible denominado “Puente Tucumán-Jujuy”, se desarrollara por los carriles normales, pero un inconveniente de último momento nos privó de la presencia de Nancy Olivera, quien no pudo viajar desde Jujuy.

Sin embargo, su presencia se concretó de algún modo con una brillante exposición de quien iba a ser el moderador del encuentro, el licenciado Miguel Ángel Figueroa, referente indiscutido del Espacio de Epicuro.

Un título que nos dice dónde y cómo vivimos

Figueroa sostuvo sobre “Cuentos de selva urbana”: “Los temas del libro son actuales y universales, nos vemos reflejados en ellos, el título oximorónico nos dice dónde vivimos y cómo vivimos. Sus textos se nutren de la realidad actual”.

El licenciado Miguel Ángel Figueroa presentó “Cuentos de selva urbana”, de Nancy Olivera.

Agregó que “ficcionaliza lo que ocurre en las escuelas, en los pueblos, en las ciudades. También lo viven los jóvenes, los ancianos, como en “La historia de Gracia” y “El recorrido de Angustias”, las mujeres, etcétera”.

Los adolescentes y las mujeres como víctimas

“Los adolescentes marginales son los protagonistas, víctimas de la violencia, del bullying, de las adicciones, recomiendo la lectura de “Bonita”, “Chabón de quince” y “Fran Triste”. En este último podemos escuchar el testimonio desgarrador de un joven”.

Figueroa señala que “la mujer también ocupa un lugar central, las mujeres sometidas a la brutalidad del hombre, a la infidelidad. Lean “Llegar a destino”, “Si no es tuya”, “Mora color sangre”. La violencia no es sólo física sino también psicológica.

Una ideal propuesta de lectura en colegios

El presentador, quien permitió algunos aportes de Manuel Rivas, prologuista del libro de Nancy Olivera, sostuvo que “el mejor jurado actualmente es el adolescente y por eso he llevado el libro como propuesta de lectura a un colegio capitalino”.

Agregó Figueroa al respecto: “puedo decir que los chicos se reengancharon. Los que son docentes saben lo difícil que es que te presten atención, pero cuando algo les gusta quieren seguir leyendo o escuchando”.

La corrupción y la justicia divina

Después destacó el cuento “Bendita alcantarilla”, desde su título que es clave, porque va dirigido al párrafo final como una flecha. Se permitió aconsejar la lectura de “Clases de literatura” de Julio Cortázar y alabó su técnica de escritura para cuentos.

En ese cuento resaltó que “vemos la corrupción de algunos políticos, esto pasaba en la Roma antigua, pasa en 2023, el diputado recibe un castigo, lo cual quiere decir que existe una justicia divina, esta idea está presente en todos los universos culturales”.

En el final también se hizo alusión al libro anterior de la autora santiagueña radicada en Jujuy desde la década del 80, “Tuka”, que también atrapa la atención del público adolescente y deja un mensaje de esperanza a pesar de la dura realidad.

Unos guantes de box revitalizados por la reedición

Desde que la editorial La Papa apostó por el conocido periodista, pero poco difundido escritor, Manuel Rivas, a través de la publicación de “Los guantes amarillos”, ha pasado mucho tiempo en el cual el libro se agotó y ahora fue reeditado.

Justamente, la ocasión de presentación de esa nueva edición, con nueva tapa con imagen de Ramón Teves y magistral diseño de David Yapur. La contratapa fue escrita por María Belén Aguirre. La presentación se dio en conjunto con la publicación de la escritora Nancy Olivera, quien también fue prologuista.

Un libro agotado en tiempo y forma

“Los guantes amarillos”, considerado el libro del año en 2022 por la escritora tucumana María Belén Aguirre, se agotó en el transcurso del mismo año y su reedición llegó a tiempo para ser presentada en el 19º Mayo de las Letras.

“Los guantes amarillos” para Aguirre “no es un libro de cuentos, es la manifestación demiúrgica de un arte de narrar el alma humana, en todo el esplendoroso y sórdido gradiente de su complejidad”.

“Sublimando lo siniestro y viceversa, Manuel crea; y al hacernos nos liberta del peso muerto de ser siempre nosotros. Sin golpes bajos, cada cuento es una invitación a continuar aun cuando el libro ha concluido; pues su talento contagia sagradamente de una rara avidez que justifica esta reedición”.

Un homenaje al origen en la tapa

Llamativamente, el autor no se presentó enfundado en la piel de un boxeador, con visibles guantes amarillos para exorcizar, sino que lo hizo simplemente con las manos vendadas, al punto que bromeó que no tenía quemaduras de tercer grado.

Allí recordó que el título del libro era un homenaje a su padre, gran admirador del boxeo, deporte que practicó cuando hizo el servicio militar en la Marina. Evocó esos momentos en que observaban peleas en un televisor blanco y negro.

Dejar los guantes, los vendajes y las heridas

De este modo, y mientras charlaba con el público, el autor contaba una anécdota del llanto de su padre por el recuerdo de un juguete perdido en la niñez, un boxeador articulado que fue regalado por sus padres a un niño que lloraba por él.

Manuel Rivas, posa con las manos vendadas y los ejemplares reeditados de “Los guantes amarillos”.

“He dejado los guantes amarillos para otras peleas, pero hoy quiero quitarme estas vendas que simbolizan las heridas de mi padre. Este libro ha tenido el objetivo del homenaje y la sanación de esas heridas. Ya lo hemos logrado”, expresó Rivas.

Lectura de cuentos y final

Finalmente, sin hablar sobre el conjunto de cuentos, el escritor propuso pasar de ese momento de gran emoción, a un cuento que apelaba al humor. Dio lectura seguidamente a “Dar el paso”, que despertó risas entre los presentes.

Luego, con el permiso del público, leyó “Los sueños” y, finalmente, deleitó con “Bar pensamiento”, en el que demostró su técnica para reflejar la voz interior del protagonista. Con ello, la presentación estaba llegando a su final.

Llegó el momento de la despedida conjunta, con el licenciado Miguel Ángel Figueroa y el agradecimiento a quienes les prodigaron aplausos de reconocimiento, porque el “Puente Tucumán-Jujuy”, ya se había reeditado con éxito.

*Columnista y crítico literario.

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