Por Manuel Rivas* Director Diario Cuarto Poder | Cómo se extraña el “Vea amigo”. Pasó exactamente un año de la partida del querido humorista Alberto Calliera y la risa de los tucumanos ya no es la misma, tiene un dejo de melancolía.
“Vea amigo”
Los días transcurren implacables fortaleciendo las ausencias. Los seres queridos que parten de esta existencia siempre se añoran, pero un sabor especial queda en la risa cuando se evoca a personajes como Alberto Calliera, un maestro del humor.
Hace un año que el humorista tucumano dejaba, a los 78 años, este plano terrenal para instalarse definitivamente en la memoria y el espíritu de todos los tucumanos, que extrañan su célebre frase de inicio: “Vea amigo”.
Impecable trayectoria
De impecable trayectoria en medios de comunicación, trabajó en La Gaceta, en distintas revistas y en programas de televisión. Era común hallarlo en algún bar, al estilo de Don Eduardo, elaborando los guiones o las viñetas.
Era sinónimo del humor con un particular estilo, al punto que Calliera fue definido por Miguel Martín (Oficial Gordillo) como “El Tato Bores tucumano” por sus columnas diarias de humor político en diarios y en TV Prensa (Canal 10).
También escritor
Calliera escribió el libro “Vea Amigo” y las obras de teatro “Reíd Mortales” y “Humor Expres”, entre muchos otros trabajos realizados.
Dijo alguna vez que nuestra provincia es -más que el Jardín de la República- un paraíso para los humoristas, ya que los crípticos personajes que encierra, “le han dado más guiones que Manhattan a Woody Allen”.
Homenaje en la Legislatura
El presidente subrogante de la Legislatura, Regino Amado, encabezó hoy un homenaje al gran humorista, con una ceremonia en la que se entregó a su esposa, hija y familiares, una placa recordatoria.
En la oportunidad estuvieron acompañando a Amado un grupo de legisladores. Los familiares agradecieron que se lo recuerde a un año de su fallecimiento y reflejaron una profunda emoción por el gesto legislativo.
Un fanático de Diario Cuarto Poder
En un encuentro que tuve con él en las calles del centro, Alberto Calliera se confesó seguidor de Diario Cuarto Poder, lo que me llenó de orgullo, porque le había pedido que se fotografiara conmigo y me dio ese regalo adicional.
Envuelto en un halo de humildad, también reconoció la labor de su colega Don Eduardo, a cuya columna dijo seguir. Así era Calliera, generoso y chispeante, como lo recordamos delante del televisor que ya no lo refleja, pero que también lo extraña.
*Profesor de Letras e Historia, periodista y escritor.